Las zonas olvidadas de Puebla: marginación, rezago y abandono institucional

Las zonas olvidadas de Puebla: marginación, rezago y abandono institucional

Foto: Enfoque

La ciudad de Puebla, como muchas urbes del país, presentan contrastes marcados entre zonas de alta plusvalía y áreas donde la marginación, el rezago social, la falta de servicios básicos y la violencia se entrelazan.

 

En 2025, 68 % de los habitantes reporta fallas en servicios públicos y 75 % percibe inseguridad, según la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana del Inegi. Estas zonas, mayoritariamente en el sur y oriente de la capital, han sido identificadas como "Zonas de Atención Prioritaria" (ZAP) por el gobierno federal y municipal, pero persiste la falta de inversión sostenida.

 

Administraciones pasadas prometieron intervenciones focalizadas, pero solo se regularizaron 5 asentamientos irregulares en 2022, beneficiando a 6,416 personas, mientras 145 permanecen sin atención. En la actual gestión se han llevado a cabo jornadas en estas zonas, pero residentes denuncian que son "cosméticas" y no resuelven problemas estructurales, como la expansión urbana desorganizada.

 

Las zonas más olvidadas de la capital poblana concentran hoy los mayores niveles de pobreza, violencia y abandono institucional. De acuerdo con reportes oficiales y diagnósticos ciudadanos, al menos seis regiones del municipio de Puebla permanecen en condiciones críticas.

 

 Encabeza la lista la junta auxiliar de San Jerónimo Caleras, considerada desde 2019 como una de las zonas con mayor marginación social. Datos del Coneval indican que hasta 62 % de su población vive en pobreza extrema, mientras que solo cuatro de cada diez viviendas cuentan con drenaje completo y el analfabetismo rebasa el 20 %. En 2025, la Secretaría de Seguridad Ciudadana la identificó como “foco rojo” por pandillerismo, drogadicción, homicidios y delitos patrimoniales, sin que existan obras de infraestructura relevantes en los últimos seis años.

 

La Unidad Habitacional La Margarita es una de las colonias más rezagadas y olvidadas de la capital, alta pobreza extrema, deterioro total de edificios y espacios comunes, falta crónica de servicios básicos, invasión de áreas verdes por comercio informal y, sobre todo, un altísimo índice de inseguridad que la coloca en el top 20 de las zonas más peligrosas de la ciudad según ENSU 2025, con robos violentos, narcomenudeo, ejecuciones y violencia intrafamiliar cotidiana.

 

Otra región crítica es Santa María Xonacatepec, donde el crecimiento urbano desordenado ha generado cinturones de pobreza sin acceso a servicios básicos. Al menos la mitad de sus habitantes carece de agua regular, drenaje o alumbrado suficiente. Desde 2023 es considerado “punto caliente” por balaceras, homicidios y narcomenudeo, y estudios recientes indican que tres de cada cuatro personas se sienten inseguras al transitar por la zona.

 

En el sur de la capital, San Andrés Azumiatla se mantiene como una de las colonias con rezago extremo. Registra constantes fallas de alumbrado, desabasto intermitente de agua y una alta vulnerabilidad económica. A la par, se ubica entre las áreas con mayor incidencia de violencia de género, sin que los diagnósticos oficiales de discriminación y riesgo social se hayan traducido en acciones concretas.

 

San Miguel Canoa arrastra una marginación histórica. Para 2025, se estima que hasta 88 % de su población vive en condiciones de pobreza. Aunque ha sido beneficiada con algunas jornadas institucionales, persisten problemas estructurales como inundaciones, falta de pavimentación, robo y amenazas constantes, lo que la ha convertido en una de las periferias más olvidadas por las políticas públicas.

 

Bosques de San Sebastián, una colonia resultada de la expansión urbana acelerada, también enfrenta graves carencias. La falta de transporte eficiente, hospitales cercanos y servicios básicos ha generado que alrededor de 30 % de sus habitantes vivan en pobreza extrema. En los últimos dos años ha sido señalada como nuevo “punto caliente” por homicidios y robos, sin inversión sostenida por parte de las autoridades.

 

A estas zonas se suman Agua Santa, La Resurrección, Toltepec Álamos, Chulavista y San Pablo Xochimehuacan, donde los problemas de inseguridad, falta de drenaje, inundaciones y violencia contra las mujeres se repiten.

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