Desde su apertura parcial en octubre, el Hospital de San Alejandro, ha enfrentado una avalancha de críticas, principalmente en redes sociales, donde usuarios y familiares de pacientes denuncian una transición caótica.
Aunque su inauguración oficial está programada para la próxima semana, la realidad es que el nosocomio va acumulando puntos malos a pocas semanas de haber entrado en operación.
Apertura parcial y operación escalonada. El IMSS reabrió el San Alejandro tras casi ocho años fuera de servicio por el sismo de 2017, pero lo hizo de manera paulatina, la operación del nuevo hospital está ocurriendo por etapas y, en los primeros días, funcionó a un porcentaje reducido de su capacidad total.
Denuncias por falta de médicos, insumos y largas filas. Pacientes y familiares han difundido testimonios y videos en redes que señalan ausencia de personal en áreas específicas, desabasto de insumos y confusión en la atención con largas filas y diagnósticos contradictorios.
Reportes de malos tratos y confusión organizativa: Hay publicaciones que refieren trato hostil o negligente en ciertos episodios de atención, además de que la transición de servicios y la remisión de pacientes desde otros nosocomios ha generado desorden y quejas.
Inseguridad alrededor del nosocomio: La zona perimetral del hospital, ha visto un aumento en robos a vehículos, especialmente autopartes. Otros reportes señalan que este tipo de ilícitos se ha repetido en la zona.
Fallas en accesibilidad para personas con discapacidad: Usuarios y familiares han señalado la ausencia o insuficiencia de rampas y accesos adecuados, lo que dificulta el ingreso de personas con movilidad reducida.
???? Y que construyen (e inauguran) el #Hospital #IMSS San Alejandro en #Puebla y… ¡ que se les olvidan las rampas para????????????➡️sillas de ruedas????????????!@CronicaPuebla_ @Pueblaonline pic.twitter.com/HQgi2zoSO6
— Arturo Luna Silva (@ALunaSilva) October 30, 2025
Diagnósticos incorrectos o de alta incertidumbre médica: Hubo al menos un caso denunciado públicamente en el cual, un paciente fue dado de alta a pesar de tener síntomas graves, pero días después el hospital reconoció que tenía daño en la vesícula y posible afectación renal.
La reapertura del Hospital San Alejandro, lejos de significar una solución inmediata a la demanda de atención médica, ha dejado al descubierto una serie de fallas. Mientras el IMSS insiste en que el proceso es gradual y requiere ajustes, pacientes y trabajadores enfrentan diariamente carencias que ponen en riesgo la calidad del servicio y la confianza en una de las unidades hospitalarias más importantes del estado.