Silicon Valley, tradicionalmente identificado por el escepticismo a lo tradicional y el pragmatismo de sus protagonistas, presencia una transformación discursiva impulsada por referencias religiosas. Si a finales de los 90 el valle californiano había sido inundado por jóvenes punks, en los últimos días, ejecutivos de alto perfil han comenzado a publicar textos cristianos en X despertando preguntas sobre el papel del simbolismo espiritual en la comunicación empresarial contemporánea.
Tras el asesinato del activista cristiano Charlie Kirk, varios referentes del sector tecnológico compartieron versículos bíblicos en redes sociales. Una de esas figuras es el mismísimo CEO de X, Elon Musk, quien escribió: "Perdónanos nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden". Jason Calacanis, inversionista y empresario, publicó: "Siempre intento mejorar en lo que hago y como hijo de Cristo". Ambas publicaciones circularon ampliamente, generando miles de respuestas y compartidos.
Este fenómeno no representa un caso aislado. Durante el congreso ACTS 17 Collective, realizado en San Francisco, Peter Thiel, cofundador de PayPal junto a Musk y una de las personas más ricas del mundo según Forbes, ofreció una serie de charlas informales vinculadas a temas religiosos. El evento convocó a emprendedores, tecnólogos y figuras públicas que intercambiaron reflexiones espirituales en un entorno que históricamente evitó tales expresiones. Según la cobertura de WIRED, el encuentro se celebró en una antigua iglesia convertida en espacio residencial. En ese contexto, se recitaron fragmentos del Padre Nuestro ante una audiencia de 200 personas.
ACTS 17 Collective fue fundado con la intención de "reconocer a Cristo en la tecnología y la sociedad". Su surgimiento se vincula con un discurso previo de Thiel en una celebración privada. La organización promueve reuniones entre profesionales del ámbito digital interesados en integrar su fe con sus actividades laborales.
Durante una de esas reuniones, un participante expresó que mantuvo su religiosidad en silencio por años. El entorno laboral no le había parecido receptivo hasta entonces. Otro asistente preguntó a un reportero presente cuántos hijos deseaba tener, refiriéndose a la consigna bíblica "Creced y multiplicaos".
Además del contexto comunitario, la presencia de estos contenidos religiosos se incrementó en plataformas virtuales. En Twitch, transmisiones en vivo con figuras generadas por inteligencia artificial representan a personajes bíblicos, entre ellos, Jesús. Estas representaciones responden preguntas de usuarios en tiempo real, combinando respuestas prácticas con versículos.
Igualmente, años antes, Anthony Levandowski, exingeniero de Google y cofundador de Waymo, creó una organización religiosa centrada en la inteligencia artificial. Su iniciativa, la Iglesia de la IA, propuso un enfoque espiritual hacia el desarrollo de máquinas inteligentes.
En paralelo, el Vaticano participó en discusiones globales sobre el impacto de estos sistemas. En colaboración con la Academia Pontificia de Ciencias Sociales y la Universidad de Notre Dame, organizó un simposio con clérigos, juristas y expertos en políticas públicas. Allí, se afirmó que esta tecnología representa "otra revolución industrial" y se advirtió sobre los desafíos que implica para la "dignidad humana, la justicia y el trabajo".
A pesar de que, en la palabra, el Vaticano puede llegar a coincidir en la iniciativa de unir tecnología y religión, en la práctica, los sectores tecno-religiosos, especialmente en Estados Unidos, pueden disentir en el sentido de que la actual ola religiosa en redes sociales no es ajena a la cristiandad alineada con la actual administración de Donald Trump, la cual en ocasiones dista del cristinianismo tradicional profesado por el Vaticano.
Finalmente, el artículo original, publicado en WIRED, destaca estos episodios como parte de una narrativa emergente en la que la religión vuelve a tener presencia activa en los espacios de innovación. Según dicho texto, tanto la tecnología como el capitalismo generan estructuras simbólicas que pueden absorber elementos de espiritualidad sin necesidad de institucionalización formal. (Notipress)