La política exterior de Estados Unidos recordó la sombra de la amenaza atómica bajo la nueva orden de pruebas nucleares emitida por el presidente Donald Trump. El tema abre muchas aristas y es una factor importante en la discución acerca de la escalada nuclear a nivel mundial.
En la opinión de Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) el anuncio presidencial no tiene bases políticas ni técnicas como respaldo para iniciar tales pruebas. No obstante, los anuncios llegan en un momento en el cual las armas nucleares adquieren relevancia como instrumento de negociación.
De acuerdo con el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés) existen alrededor de 12 mil 241 ojivas nucleares en el mundo. Cifras publicadas en el SIPRI Yearbook 2025 señalaron que Rusia cuenta con el mayor inventario de armamento, equivalente a 4 mil 309 bombas atómicas.
Por medio de una publicación del 30 de octubre en la red Truth Social, el presidente Trump hizo alarde del armamento nuclear y de la capacidad militar de Washington. Si bien el presidente informó que Estados Unidos es la nación con mayor arsenal de ojivas, este país ocupa el segundo lugar, con una capacidad de 5 mil 177 unidades.
Además, en un contexto de rivalidad geopolítica y comercial con China, Estados Unidos puso en la mira la diplomacia a través del comercio de minerales críticos y tierras raras. No obstante, con la posibilidad del desarrollo de infraestructura nuclear de Irán al servicio de los rivales estadounidenses, Trump recuperó la retórica de las ojivas nucleares como competencia de potencias mundiales.
Según Heather Williams, directora del Proyecto de Asuntos Nucleares de CSIS, la normativa contra las pruebas nucleares previene realizar estas actividades. Por ello, las declaraciones como las del mandatario estadounidense, considera Williams, son un ejercicio para medir la respuesta de otros países. Asimismo, recordó la necesidad de dar seguimiento a la posesión y el estado de las ojivas nucleares de los países registrados en las Naciones Unidas.
Para Washington, la orden de realizar pruebas nucleares emitida por Trump otorga la oportunidad de colocarse como un competidor de la estética del poder global. Cabe resaltar que la celebración del Día de la Victoria el pasado 28 de agosto contó con la participación de tres países de capacidad nuclear: China, Corea del Norte, y Rusia. En efecto, la Casa Blanca incurrió en una estrategia de intimidación a sus rivales políticos y comerciales.