Qué es el Comando Vermelho, el grupo narco más temido de Brasil

Qué es el Comando Vermelho, el grupo narco más temido de Brasil

Foto: World of Crime Newsletter

El Comando Vermelho (CV), considerado el grupo narco más temido de Brasil, volvió a ser foco de atención tras un despliegue de seguridad que autoridades locales describieron como "el mayor operativo policial" en la historia de Río de Janeiro. Las fuerzas de seguridad intervinieron en diversas zonas controladas por la organización, cuyo poder se extiende más allá del ámbito nacional.

 

Dicho grupo se formó en los años setenta dentro de la cárcel de Ilha Grande, en Río de Janeiro, bajo el nombre de Falange Vermelha. Allí, presos comunes y militantes de izquierda compartieron espacios durante la dictadura militar, lo que dio lugar a una estructura organizada con normas internas y vínculos de solidaridad. Con el tiempo, la facción abandonó su componente político y consolidó un modelo enfocado en el crimen organizado.

 

En la década de 1980, el grupo comenzó a incursionar en el tráfico de cocaína, estableciendo relaciones con cárteles colombianos. Esta etapa marcó el inicio de su expansión territorial y su consolidación como red criminal. De acuerdo con Insight Crime, en 2020 el Comando Vermelho "contaba con aproximadamente 30.000 integrantes en todo Brasil y tenía la capacidad de traficar grandes cantidades de cocaína provenientes de Bolivia y Paraguay".

 

A partir de los noventa, el CV extendió su control a favelas y barrios periféricos de Río, donde logró ejercer funciones que tradicionalmente corresponden al Estado. Impuso sus propias reglas, castigó delitos externos a la organización y ofreció empleo y servicios básicos a la población local. Esta combinación fortaleció su arraigo social y le permitió establecer un "sistema dual de gobierno" en varias comunidades.

 

La estructura descentralizada del grupo facilita su operación incluso ante la detención o muerte de sus líderes. Además, mantiene vínculos con organizaciones criminales extranjeras en Bolivia, Colombia y Paraguay, países que funcionan como rutas clave para el tránsito de drogas hacia Brasil y otros mercados. Su actividad incluye no solo narcotráfico, sino también extorsión, tráfico de armas y confrontaciones armadas con otras facciones.
 

Uno de sus principales rivales es el Primer Comando da Capital (PCC), con sede en São Paulo. Las disputas entre ambas facciones derivaron en una escalada de violencia dentro y fuera del sistema penitenciario, dejando un elevado número de víctimas durante las últimas décadas. En 2020, la Corte Suprema de Brasil limitó las operaciones policiales en favelas, prohibiendo maniobras cerca de escuelas, centros de salud y el uso de helicópteros. Sin embargo, esas restricciones fueron revocadas este año. Como consecuencia, los enfrentamientos se intensificaron y dejaron más de 700 personas muertas en intervenciones de las fuerzas de seguridad en Río, según registros oficiales.
 

Insight Crime advirtió que el aumento de estas operaciones podría estar "favoreciendo de manera indirecta a las milicias rivales del CV", que desde hace años buscan ampliar su control territorial.

 

A cinco décadas de su origen, el Comando Vermelho sigue siendo un actor central del crimen organizado en Brasil, con influencia creciente en la región. (Notipress)

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