
La pérdida del hábito del ahorro en México refleja una situación económica crítica para millones de personas. De acuerdo con un estudio presentado recientemente, una parte significativa de la población ya no logra destinar recursos para su ahorro personal debido a la insuficiencia de ingresos.
En entrevista para NotiPress, Paola Solorzano, directora de ACSI Research, expuso que "el ahorro es uno de los grandes perdedores en este estudio". La empresaria añadió que las personas en general dejaron de ahorrar y sienten que esto ha tenido un impacto en su economía. Agregó "¿Por qué? Porque no tienen lo suficiente ni siquiera para cubrir sus necesidades básicas. Cuatro de cada diez mexicanos". Esta declaración pone en evidencia una realidad que afecta la estabilidad financiera de los hogares.
Los datos revelan también que el efectivo continúa siendo el medio de pago predominante en el país, a pesar del avance de herramientas tecnológicas de pagos como tarjetas de débito y crédito. Estas últimas se ubican en un uso cercano al 48%, consolidándose como parte del consumo general, aunque sin desplazar totalmente al dinero en efectivo.
En cuanto a diferencias de género, el estudio indicó que las mujeres mexicanas usan más las tarjetas de débito que los hombres, lo que podría asociarse a patrones de administración doméstica y decisiones cotidianas de gasto. Sin embargo, esta mayor adopción no necesariamente se traduce en mejores condiciones económicas.
El panorama económico actual también repercute en la percepción de bienestar. Frente a la pregunta sobre si el uso de efectivo o dinero plástico influye en la sensación de felicidad, señaló: "los mexicanos somos felices", según resultados de otra investigación mencionada durante la conversación. No obstante, el contraste entre esa percepción general y la realidad financiera sugiere una disonancia entre lo emocional y lo económico.
Ante esto, el diagnóstico llega en un contexto donde el encarecimiento del costo de vida, el estancamiento salarial y la inflación siguen generando presión sobre las finanzas personales. La caída del ahorro personal representa no solo una pérdida de seguridad futura, sino también una alerta para políticas públicas orientadas a la inclusión financiera.
La disminución del ahorro personal en México, vinculada a la incapacidad para cubrir necesidades básicas, representa un indicador preocupante del deterioro en la economía doméstica. Este hallazgo de la consultora de investigación e inteligencia de negocios, ACSI Research, respaldado por la afirmación de que "la gente ha dejado de ahorrar y ha sentido que ha tenido un impacto en su economía", señala una pérdida estructural del margen financiero disponible en los hogares. En ese sentido, el ahorro dejó de ser una práctica voluntaria para convertirse en un lujo inaccesible para amplios sectores de la población. (Notipress)