Taylor Swift sacó recientemente su nuevo disco, The life of a Showgirl, en el que hay doce canciones y una de ellas es Opalite, una canción supuestamente dedicada a su novio, Travis Kelce; la letra de la canción, en algunas de sus estrofas, alude a las relaciones sentimentales de ambos antes de estar juntos.
De acuerdo con 20 Minutos, ese tema ha causado controversia, pues no han sido pocos melómanos que han visto similitudes entre Opalite y una vetusta canción de 1982 de Luis Miguel, intitulada “1+1=2 enamorados”.
Aquellos que han mostrado su inconformidad, han dicho que “el sonido es similar”, que hay un parecido en la melodía, el tono y la temática de la canción, que habla de relaciones y amor.
Sin embargo, los criterios para determinar si una canción es un plagio o no es muy impreciso, aunque hay algunas pautas que aplican muchas legislaciones.
En primer término, hay que tomar en cuenta si el autor que supuestamente ha plagiado tuvo acceso a la obra original, por ejemplo, porque esta sea conocida o ya esté publicada.
Otra, debe haber una similitud sustancial en elementos protegibles, como melodía, letra o estructura.
Además, es candidata a plagio si lo copiado pertenece a la parte original de la obra, como la letra o el arreglo rítmico. Por último, se suele exigir que la similitud no pueda explicarse por casualidad o coincidencia estilística.
