
Más de 445.000 personas del mundo se contagiaron en 2025 con la fiebre de chikunguña, 155 de ellas murieron, informó este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS registró este año nuevos brotes de chikunguña en varios países, incluidos algunos donde los últimos años el número de tales casos era insignificante. Puesto que surgen nuevos brotes, sigue considerable el potencial de la propagación del virus chikunguña (CHIK), trasmitido por mosquitos, subrayó la organización.
"Desde el 1 de enero y hasta el 30 de septiembre de 2025, en 40 países del mundo se confirmaron 445.271 casos de la enfermedad, registrándose 155 desenlaces mortales", comunicó la OMS.
Las poblaciones de los mosquitos Aedes aegypti, que transmiten ese virus, habitan en 27 regiones del planeta. En otros países se formaron las poblaciones de los Aedes albopictus, también capaces de transmitirlo, señaló.
La presencia de esos portadores entraña la amenaza de la propagación de chikunguña a las regiones antes no afectadas.
La ampliación del hábitat de los Aedes se debe a su llegada en medios de transporte, el cambio climático, la urbanización espontánea, la gestión ineficaz de recursos hidráulicos y el debilitamiento del control sobre los portadores de esa fiebre.
La chikunguña es una infección viral que se transite al ser humano por picaduras de insectos hematófagos, en la mayoría de los casos por los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, que también pueden portar agentes de otras fiebres virales, como la fiebre amarilla y el dengue.
Las regiones de la propagación natural de chikunguña son las zonas tropicales de África, India, el Sureste Asiático y las islas del océano Índico, donde los brotes estacionales de esa fiebre se registran anualmente, así como México y Guatemala.