Vida eterna: ¿Las ideas de "inmortalidad" de Putin y Xi podrían ser posibles?

Vida eterna: ¿Las ideas de "inmortalidad" de Putin y Xi podrían ser posibles?

Foto: Unsplash

Una breve conversación captada por micrófonos abiertos durante una reunión en Pekín evidenció que los mandatarios Vladimir Putin y Xi Jinping debatieron sobre la posibilidad de extender la vida humana e incluso alcanzar la inmortalidad. El intercambio ocurrió esta semana, durante un acto oficial para conmemorar la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial, en el que también participó el líder norcoreano Kim Jong-un.

 

En el diálogo informal, Xi Jinping comentó: "Antes, la gente rara vez vivía hasta los 70, pero hoy en día, a los 70 años todavía eres un niño". La afirmación fue compartida entre los tres jefes de Estado y sus traductores, sin intención aparente de ser registrada públicamente. No obstante, el contenido fue difundido por medios internacionales tras ser captado por micrófonos en el recinto.

 

Vladimir Putin respondió a la observación de Xi señalando: "Los órganos humanos pueden trasplantarse continuamente y las personas pueden vivir cada vez más jóvenes e incluso alcanzar la inmortalidad". La declaración, que remite a avances actuales en medicina regenerativa y biotecnología, fue confirmada por el propio presidente ruso en una conferencia posterior. Allí remarcó: "La esperanza de vida aumentará significativamente" y añadió que "también deberíamos considerar esto" en términos de consecuencias políticas y económicas.

 

 

Xi Jinping reforzó el tema al proyectar que, hacia finales del siglo XXI, los seres humanos podrían alcanzar una longevidad de hasta 150 años. Las cifras actuales, sin embargo, presentan un escenario desigual: mientras la esperanza de vida en China se sitúa en 77,6 años, en Rusia se redujo a cerca de 70 años, de acuerdo con datos recientes. A nivel global, el promedio se ubica en 71,4 años, según estimaciones de organismos internacionales.

 

Este interés por prolongar la vida se distancia del enfoque tecnológico promovido en regiones como Silicon Valley. En dicho lugar hay proyectos enfocados en digitalización de la consciencia o transferencia de datos cerebrales a sistemas artificiales dominan el discurso sobre longevidad. En contraste, la conversación en Pekín sugiere que los líderes de Rusia y China ven en los trasplantes de órganos y la biotecnología una vía más tangible para aumentar la esperanza de vida.

 

Las implicaciones de este tipo de desarrollos no se limitan al ámbito científico. Tanto Putin como Xi coincidieron en que la posible extensión radical de la vida humana tendría impactos considerables en las estructuras sociales, políticas y económicas. Si bien no se anunciaron proyectos concretos, las declaraciones dejan entrever un interés creciente por parte de potencias globales en incorporar la longevidad como eje estratégico de desarrollo nacional. (NotiPress)

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