"Ningún gringo va a venir a darme órdenes", dice Lula sobre injerencia de Trump

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva volvió a criticar este jueves al presidente de EEUU, Donald Trump, que la semana pasada amenazó con aumentar los aranceles a los productos brasileños hasta el 50 por ciento a partir del 1 de agosto.

"A Brasil le gusta la negociación. Brasil respeta la negociación. Brasil respeta el diálogo. Brasil no tiene contenciosos con ningún país del mundo. Y a un tipo como yo, que nació en Caetés (interior de Pernambuco, noreste), que llegó a San Pablo y comió pan por primera vez con siete años, que sobrevivió criado por una madre con ocho hijos y que llegó a la presidencia de la República… ningún gringo va a venir a darme órdenes", afirmó el mandatario durante su participación en el congreso anual de la Unión Nacional de Estudiantes, la principal organización estudiantil del país.

El líder brasileño también aseguró que Brasil impondrá impuestos a las empresas tecnológicas estadounidenses y cargó contra la falta de medidas para contener la desinformación y los discursos de odio en internet.

Lula también criticó el tono de la carta que publicó Trump como fundamento del pretendido aumento de aranceles, porque en ningún momento apela a la negociación y porque vincula el aumento arancelario a la situación jurídica del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2023), quien está siendo juzgado por un intento de golpe de Estado y podría enfrentarse a más de 40 años de cárcel.

El mandatario se refirió también a la actuación de uno de los hijos del expresidente, el diputado Eduardo Bolsonaro, que se encuentra en EEUU buscando que el Gobierno de Trump aumente la presión sobre Brasil con el objetivo de amnistiar a su padre.

"La lógica de la carta (de Trump) es la siguiente: libera a Bolsonaro porque su hijo está aquí molestándome: diciendo ¡libera a mi padre!, ¡libera a mi padre!, ¡libera a mi padre!, ironizó Lula, emulando los gestos de una rabieta infantil.

El presidente de Brasil también afirmó que Bolsonaro y sus familiares deben ser tratados como traidores porque no se preocuparon con el impacto que su estrategia puede tener en las empresas y en los miles de puestos de trabajo que están en riesgo en el país.