
Imágenes revelan la magnitud de la catástrofe: comunidades enteras bajo el agua, con habitantes forzados a desplazarse por calles convertidas en ríos, donde el nivel del agua supera la altura de la cintura en muchas zonas. Viviendas y edificios aparecen parcialmente sumergidos, mostrando el impacto destructivo de las crecidas.
Las autoridades de la NDMA (Autoridad Nacional de Gestión de Desastres) han confirmado un trágico balance:
7 nuevas víctimas mortales en las últimas 24 horas;
117 fallecidos en total desde que comenzó la temporada monzónica a finales de junio;
253 personas heridas por los incidentes relacionados;
485 viviendas dañadas en todo el territorio nacional.