
Las autoridades irlandesas iniciaron la excavación de una fosa común en las cámaras subterráneas de un antiguo convento de las Hermanas del Buen Socorro, en Tuam. Se estima que allí se encuentran los restos de aproximadamente 800 bebés, fallecidos entre 1925 y 1961 en una casa de acogida para madres solteras que funcionó bajo normas estrictas y prácticas cuestionables que fueron denunciadas por historiadores y familiares.
El caso cobró notoriedad cuando la historiadora Catherine Corless identificó 796 certificados de defunción, de los cuales solo dos estaban acompañados por certificados de entierro. Posteriormente, algunas investigaciones determinaron que los esqueletos estaban en tanques sépticos del edificio, confirmando la existencia de una fosa común no declarada.
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— TUAMBABIESFAMLYGROUP (@tuambabiesfami1) March 10, 2017
La excavación a cargo de la Oficina del Director de Intervención Autorizada en Tuam (ODAIT) se desarrolla en un área de 5,000 metros cuadrados y se estima que tenga una duración de dos años. Según los expertos, los restos óseos están muy mezclados, lo que dificulta el proceso de identificación.
El equipo de investigación incluye expertos de Irlanda, España, Colombia, Reino Unido, Canadá, Australia y Estados Unidos. Además, las Hermanas del Buen Socorro ofrecieron 2.5 millones de euros para financiar la misión, aunque el gobierno irlandés precisó que esto no las exime de futuras responsabilidades legales o indemnizaciones.
Este caso tan solo es uno más de un amplio historial de abusos en instituciones religiosas en Irlanda, incluyendo las llamadas "Lavanderías de la Magdalena", donde miles de mujeres fueron sometidas a trabajos forzosos y maltrato entre 1922 y 1996.