
Una técnica ambulatoria conocida como levantamiento uretral prostático se presenta como opción efectiva para hombres con hiperplasia prostática benigna (HPB), una condición común entre adultos mayores. Este procedimiento permite aliviar los síntomas del agrandamiento prostático sin recurrir a cirugía invasiva ni a medicamentos de uso prolongado.
El levantamiento uretral prostático está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y puede realizarse en consultorios médicos. Su duración aproximada es de 20 minutos y no requiere anestesia general, hospitalización ni la colocación de sondas urinarias.
Según explicaron a NotiPress profesionales del Hospital Houston Methodist, en casos de HPB, la próstata agrandada comprime la uretra y causa síntomas como "necesidad frecuente de orinar", "dificultad para iniciar la micción" y "goteo al final de la micción". El procedimiento utiliza pequeños implantes para abrir la uretra y mejorar el paso de la orina, sin necesidad de extraer tejido.
Los urólogos del mismo hospital indicaron que "este procedimiento ofrece beneficios similares a los de una cirugía tradicional para HPB, pero con un proceso de recuperación mucho más corto y cómodo". Muchos p
acientes experimentan una mejora significativa de los síntomas y, en varios casos, dejan de tomar medicamentos para la próstata.
El levantamiento uretral prostático se indica principalmente tras una cistoscopía, examen breve que permite al médico visualizar la próstata mediante una microcámara. De acuerdo con los especialistas, "la mayoría de los hombres con HPB son candidatos", aunque la evaluación individual determina su viabilidad.
Además de sus beneficios médicos, este tratamiento destaca por su facilidad de implementación en la práctica clínica. Al no utilizar calor ni extracción de tejido, el procedimiento minimiza riesgos comunes asociados con otras intervenciones. Los implantes utilizados están diseñados para permanecer de forma permanente, aunque pueden retirarse con facilidad si se requiere por motivos médicos.
Una ventaja destacada de este tratamiento es su reversibilidad: aunque los implantes se colocan con carácter permanente, pueden retirarse si existen razones médicas que así lo exijan. Esta característica refuerza su perfil como una alternativa intermedia entre opciones más invasivas y tratamientos farmacológicos prolongados.
La información del Hospital Houston Methodist señala que este procedimiento representa una vía segura y eficaz para mejorar la calidad de vida en pacientes con HPB, especialmente en aquellos que desean evitar intervenciones quirúrgicas mayores o la dependencia a medicamentos. (Notipress)