La agencia espacial estadounidense NASA y el Pentágono han contactado a al menos tres compañías espaciales privadas para evaluar alternativas a SpaceX a la luz de disputa entre el multimillonario Elon Musk y el mandatario estadounidense, Donald Trump, según reveló el Washington Post citando fuentes familiarizadas con el asunto.
"Las autoridades contactaron a al menos tres compañías espaciales privadas —RocketLab, Stoke Space y Blue Origin de Jeff Bezos—para interesarse por el estado de sus cohetes y cuándo podrían estar disponibles para misiones gubernamentales", indicó el periódico.
El interés surge tras la reciente amenaza de Elon Musk de suspender los vuelos de la cápsula Dragon en respuesta a las advertencias de Donald Trump de cancelar contratos gubernamentales con SpaceX.
Aunque Musk retractó su declaración, el episodio alertó a las agencias estadounidenses que dependen críticamente de sus servicios para transporte de astronautas a la Estación Espacial Internacional y lanzamiento de satélites estratégicos de defensa y comunicaciones.
El Pentágono ya implementó dos nuevos programas de contratación para diversificar proveedores: uno para satélites menores y otro para cargas críticas que requieren cohetes de mayor capacidad.
El idilio entre el presidente estadounidense y Musk, uno de los mayores patrocinadores financieros de la campaña electoral de Trump y, hasta hace poco, director del Departamento de Eficiencia Gubernamental de EU, terminó en un intercambio de dardos esta semana después de que el empresario criticara el plan fiscal del mandatario.
Trump afirmó el jueves que tuvo una gran relación con Musk, aunque no sabe si siguen en buenos términos, sobre todo tras las duras críticas del multimillonario a su proyecto de ley presupuestario conocido como 'One Big Beautiful Bill'. A su vez, Musk declaró que sin su apoyo Trump no habría ganado las presidenciales de noviembre pasado.
El mandatario atribuyó las críticas del empresario al propuesto recorte de subvenciones a los automóviles eléctricos por valor de miles de millones de dólares, pero señaló que Musk sabía que eso iba a ocurrir.
Más tarde el jueves, Musk soltó su "gran bomba" diciendo que Trump aparece en los archivos de Jeffrey Epstein –financiero estadounidense que se ahorcó en 2019 mientras cumplía una pena de prisión por abuso sexual de menores– y hasta sugirió que el presidente debería ser destituido mediante un juicio político.
Musk dejó el pasado viernes el cargo de director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), creado por Trump en el inicio de su segundo mandato con el objetivo de reducir el gasto innecesario y reestructurar las agencias federales estadounidenses.
