
En Arabia Saudita implementarán medidas reforzadas para recibir a los peregrinos que participarán en el hach, cuya apertura está prevista para este miércoles. La Meca se prepara para una nueva temporada marcada por las condiciones climáticas extremas, en un contexto donde la logística y la seguridad representan desafíos crecientes tanto para autoridades como para participantes.
Hasta el domingo 1 de junio, más de 1,4 millones de peregrinos extranjeros habían ingresado al país, según cifras oficiales. El Ministerio del Hach exhortó a los fieles a no salir de sus tiendas entre las 10:00 y las 16:00 horas durante la jornada de Arafat, debido al riesgo de agotamiento. En ese día clave, los peregrinos se reúnen en el monte Arafat, donde el profeta Mahoma habría pronunciado su último sermón, en un entorno prácticamente desprovisto de sombra.
Las autoridades sauditas desplegaron a más de 250.000 funcionarios, incluyendo personal sanitario y voluntarios, para mitigar los efectos del calor. Además, se habilitaron 50.000 metros cuadrados de zonas sombreadas y más de 400 puntos de agua fresca, medidas que buscan reducir la exposición al sol durante las etapas más demandantes del recorrido religioso.
Khalid Al Tala, portavoz del Ministerio de Salud, declaró: "El estrés térmico sigue siendo el mayor problema de esta temporada". En 2024, más de 1300 peregrinos fallecieron. La falta de registro impidió que contaran con acceso a servicios básicos como tiendas climatizadas o centros de enfriamiento. El gobierno intensificó los controles, cancelando visados de visitantes y deteniendo a casi 270.000 personas sin autorización válida para ingresar a La Meca.
La infraestructura también fue objeto de mejoras. El reino saudita invirtió en carreteras refrigeradas, trenes de alta velocidad y sistemas de control con drones para monitorear la movilidad de los asistentes. Estas acciones surgen tras tragedias pasadas, como la estampida de 2015, en la que murieron más de 2200 personas. Desde entonces, se endurecieron los protocolos de acceso y circulación en los principales puntos de la peregrinación.
Este año, las altas temperaturas ya provocaron incidentes de salud entre los peregrinos. El Ministerio de Salud reportó que 44 personas fueron atendidas por golpes de calor, y se advierte que el riesgo persistirá mientras el calendario islámico continúe situando el hach en los meses más cálidos. Según los científicos, estos riesgos podrían agravarse a partir de mediados de la década de 2040, cuando el evento coincida nuevamente con el pico del verano. (NotiPress)