
La elección judicial del pasado 1 de junio, presentó la participación únicamente del 13 % del electorado, siendo calificada como un "éxito" por el oficialismo, a pesar de ser la más baja en 30 años. Este discurso contrasta con las críticas de diversas voces que señalan que el bajo nivel de participación, apenas 13 millones de casi 100 millones de votantes, cuestiona la legitimidad del proceso, aunque no su validez legal, ya que no se requiere un mínimo de participación.
Y cómo era de esperarse, México está ahora en el centro de la noticia a nivel mundial, donde diversos medios han enfatizado la baja participación del electorado como un signo de desinterés y desconfianza, dándole la espalda a este proceso.
México le da la espalda a la elección de sus jueces
— DW Español (@dw_espanol) June 3, 2025
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó de "éxito rotundo" las elecciones judiciales inéditas del país, a pesar de que apenas el 13% de los votantes participaron, marcando un mínimo histórico en una elección… pic.twitter.com/Nos7UvS0y2
Con este pobre resultado, el país se suma a una lista de varias naciones que han registrado niveles porcentuales muy bajos de participación en la última década, no alcanzado la mitad del electorado.
En las elecciones parlamentarias de Túnez del 2022 y 2023, se registró un récord de abstencionismo, ya que solo participaron entre el 8 y 11 % de los ciudadanos. Este desinterés se debió a la desilusión política tras el autogolpe del presidente Kais Saied en 2021, que disolvió el Parlamento y restringió libertades. La falta de confianza en el proceso, la percepción de autoritarismo y el boicot de partidos opositores contribuyeron al rechazo masivo del electorado.
En la elección presidencial de 2018 en Egipto, participó únicamente 41 % del electorado, aunque algunas fuentes sugieren que en ciertos distritos cayó por debajo de 20 %. Si bien la participación general fue mayor que en México, en algunos distritos se acercó a los niveles de la elección judicial.
En ese mismo año, Irak celebró elecciones parlamentarias, con una participación de 44 % a nivel nacional, pero en regiones como Bagdad cayó a 20 % o menos. La desconfianza en el sistema político, la percepción de corrupción y la inseguridad tras años de conflicto llevaron a una baja participación.
En el 2013, Chile organizó la segunda vuelta de la elección presidencial, con una participación de poco más de 41%. Este desinterés se atribuyó a la eliminación del registro automático de votantes y a la percepción de que el resultado era predecible.
Suiza celebró elecciones parlamentarias en el 2019, con una participación de 36 %. El motivo de este desinterés fue la estabilidad política y la percepción de que los resultados no alterarían significativamente el sistema de un país con una democracia consolidada.
Sin duda, muchos calificaron de histórica la elección judicial, por ser la primera en su tipo a nivel nacional, donde los ciudadanos eligieron directamente a magistrados, jueces y ministros, pero también dejará una profunda huella por registrar una de las participaciones electorales más bajas en la historia reciente del país y del mundo.