La tarde del lunes 2 de junio, cinco elementos de la Policía Estatal Preventiva de Chiapas fueron emboscados y asesinados en una zona rural de Frontera Comalapa, a escasos kilómetros de la frontera con Guatemala. De acuerdo con las autoridades, los cuerpos fueron hallados completamente calcinados al interior de una unidad oficial.
El ataque se produjo aproximadamente a las 13:00 horas, en un camino de terracería que une el ejido Las Champas con Ciudad Cuauhtémoc. A la altura de un basurero, un grupo armado interceptó la unidad 23057 y abrió fuego contra los oficiales, quienes no lograron repeler la agresión. Tras el tiroteo, los agresores incendiaron la patrulla con los cuerpos de los policías aún en su interior.
Las víctimas fueron identificadas como Guillermo Cortés Morales, Jesús Sánchez Pérez, Joel Martínez Pérez, Brenda Lizbeth Toalá Blanco y Pedro Hernández Hernández. Además, en el sitio fueron hallados aproximadamente 700 casquillos percutidos de diversos calibres.
Hoy lamentamos profundamente el fallecimiento de cinco valientes miembros de la Secretaría de Seguridad del Pueblo, quienes perdieron la vida en cumplimiento de su deber, protegiendo a nuestra gente con entrega y valentía.
— Eduardo Ramírez (@ramirezlalo_) June 3, 2025
Nuestro más sentido pésame a sus familias, amigos y… pic.twitter.com/7RkxzAaVCH
Asimismo, a tan solo 300 metros del lugar se ubica un paso fronterizo informal hacia Guatemala, ruta que los agresores habrían utilizado para escapar.
Según la Secretaría de Seguridad del Pueblo, los agentes llevaban a cabo tareas de patrullaje preventivo, sin condiciones de alerta táctica, lo que facilitó que fueran sorprendidos en un punto estratégico usado para el tráfico ilícito de armas, drogas y personas.
La respuesta institucional no se hizo esperar, y más de 1,000 elementos fueron desplegados en la región por parte de las fuerzas de seguridad estatal, en conjunto con el Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Fiscalía, con el objetivo de contener nuevos ataques y reforzar la presencia gubernamental en una región en disputa.
Durante un evento público en Las Rosas, el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar condenó el crimen y prometió justicia. Además, aseguró que se aplicará la ley sin excepciones y expresó su compromiso con una respuesta firme ante la violencia. Por su parte, el fiscal general del estado, Jorge Luis Llaven Abarca, anunció la apertura de una carpeta por homicidio calificado y la conformación de un grupo especializado para investigar el caso.
En esta región, el Cártel de Sinaloa, el CJNG, el Cártel de Chiapas y Guatemala y el grupo guatemalteco “los Huistas” compiten por el control de rutas clave para el tráfico ilícito. Las características geográficas del área y la existencia de cruces no oficiales, como el de La Mesilla, han favorecido su operación.
Uno de los grupos emergentes en esta dinámica es el Cártel de Chiapas y Guatemala, vinculado a varios episodios violentos en la región. Su presencia fue reconocida tras la masacre de La Concordia en 2024, donde se hallaron 19 cuerpos.
De acuerdo con Small Wars Journal, el CJNG extendió su influencia en Chiapas gracias a alianzas con grupos locales como Los Huistas, Los Machetes, Los Autónomos y MAÍZ, lo que fortaleció su presencia frente al Cártel de Sinaloa y redefinió el mapa del crimen organizado en el sur del país.
