
Donald Trump firmó el 3 de junio de 2025 una proclamación que duplica los aranceles al acero y aluminio importados, aumentando de 25 % a 50 %, sin previo aviso a socios comerciales como México. La medida entra en vigor el 4 de junio y fue justificada bajo el artículo 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, argumentando una amenaza a la seguridad nacional por prácticas comerciales desleales.
El anuncio se realizó días después de que el Tribunal de Comercio Internacional anuló aranceles recíprocos previos. Sin embargo, la nueva disposición quedó excluida de la sentencia judicial y se ampara en facultades ejecutivas que permiten ajustar importaciones si se considera que afectan sectores críticos para la seguridad del país.
Protección de industrias
Por su parte, el documento oficial publicado por la Casa Blanca destaca que Trump actuó para "proteger las industrias críticas de acero y aluminio de Estados Unidos", y acusa a otros países de "inundar el mercado con acero y aluminio baratos, a menudo subsidiados". Las importaciones desde Reino Unido mantendrán el arancel anterior de 25 % hasta el 9 de julio de 2025, fecha en que podría modificarse dependiendo del progreso en el Acuerdo de Prosperidad Económica con ese país.
Además, la orden ejecutiva (decreto) endurece los controles sobre el contenido metálico real de los productos importados. Se impondrán sanciones severas, incluyendo multas y pérdida de derechos de importación, a quienes declaren falsamente los niveles de acero o aluminio en mercancías.
De acuerdo con el informe, el consumo interno de aluminio y acero ha disminuido de forma sostenida desde 2019, mientras que la capacidad de producción también se ha reducido: en 2023, la utilización de capacidad en la industria del acero cayó a 75.3 %, y la del aluminio bajó a 55 %.
En su primer mandato, Trump ya había usado la Sección 232 para imponer tarifas, alegando beneficios como el incremento en inversiones por más de 10,000 millones de dólares y recuperación de empleos en la industria metalúrgica. El documento señala que "las importaciones cayeron en casi un tercio entre 2016 y 2020".
Varios estudios citados por la Casa Blanca afirman que los aranceles impulsaron la relocalización de producción industrial y no provocaron aumentos significativos en los precios. Un informe de la Comisión de Comercio Internacional de 2023 concluyó que los aranceles redujeron las importaciones desde China y estimularon la producción nacional con un impacto leve sobre los precios al consumidor. (Notipress)