
La imagen del criminal en México y específicamente en Puebla, ha estado tradicionalmente asociada a la figura masculina. Sin embargo, en los últimos años, un fenómeno discreto pero perceptible comienza a transformar este panorama: la creciente participación de las mujeres en actividades delictivas.
Aunque los hombres continúan siendo la mayoría abrumadora en el crimen organizado y la delincuencia común, las evidencias en las detenciones y el surgimiento de "lideresas" de bandas sugieren una tendencia al alza.
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Fuentes oficiales y análisis de incidencia delictiva, aunque a menudo no desglosan la participación por género de forma sistemática y pública para todos los delitos, revelan un cambio en los roles que las mujeres están asumiendo dentro de las estructuras criminales.
Ya no solo se limitan a tareas de apoyo o secundarias; cada vez más, ocupan puestos de mayor relevancia y riesgo.
De la marginalidad al liderazgo
Históricamente, la participación femenina en el crimen se asociaba más a delitos de menor impacto como el robo hormiga, fraudes menores o, en el ámbito doméstico, la violencia familiar. Sin embargo, los recuentos periodísticos y las detenciones recientes en Puebla muestran un escenario diferente.
En los últimos años, la prensa local ha documentado la detención de mujeres señaladas como cabezas de operaciones delictivas. Estas "lideresas" no solo coordinan la distribución de drogas, sino que también están implicadas en extorsiones, secuestros y robos de alto impacto.
#AsíSucedió ????
— Imagen Poblana (@ImagenPoblana) May 24, 2025
Una mujer apodada "la Dulce", relacionada con distribución de droga en Amozoc y otros municipios, así como con un #narcolaboratorio en Lomas Flor del Bosque, el cual explotó a principios de año; también se le acusa de ser generadora de violencia
Aunque no hay un conteo exacto y oficial de cuántas mujeres ejercen este rol en Puebla, su visibilidad en los medios indica una evolución en la dinámica criminal.
También, es cada vez más común que en las detenciones de bandas dedicadas al asalto en el transporte público, se encuentren una o más mujeres. Su participación no se limita a "halconeo" o distracción; también actúan como ejecutoras directas del robo, despojando a los pasajeros de sus pertenencias.
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Al desarticular células delictivas dedicadas al robo de vehículos, a casa habitación, o al narcomenudeo, las autoridades poblanas reportan con mayor frecuencia la presencia de mujeres en roles activos, no solo como acompañantes, sino como parte integral de la logística o la ejecución de los ilícitos.
A nivel nacional, estudios y reportes de organizaciones como el International Crisis Group o Insight Crime han señalado un aumento en la proporción de mujeres acusadas de delitos relacionados con el crimen organizado.
Por ejemplo, un informe de Infobae México de noviembre de 2023, basado en datos nacionales, indicaba que la proporción de mujeres acusadas de un delito relacionado con el crimen organizado aumentó del 5.4 por ciento en 2017 al 7.5 por ciento en 2021, del total de hombres y mujeres acusados.
Este incremento se atribuye a diversos factores, como la precariedad económica y la falta de oportunidades laborales empujan a las mujeres a buscar ingresos en actividades ilícitas, en la mayoría de los casos.
Pero también algunas mujeres son obligadas a participar en delitos por sus parejas o familiares, en un contexto de violencia y dependencia.
???? Operativo Transporte Protegido permite detención de pareja por robo
— Imagen Poblana (@ImagenPoblana) May 21, 2025
Inicialmente, las mujeres pueden ingresar en roles que se perciben como "menos violentos" o que replican tareas domésticas (manejo de dinero, logística, almacenamiento). Sin embargo, la dinámica delictiva puede llevarlas a asumir funciones más violentas o de liderazgo.
A medida que ascienden en la jerarquía, las mujeres pueden demostrar habilidades de liderazgo, organización y discreción que son valiosas para los grupos criminales.
Uno de los principales desafíos para dimensionar con exactitud este fenómeno radica en la disponibilidad y el desglose de datos oficiales. Si bien el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) publica cifras de incidencia delictiva, no siempre se presenta la información desagregada por género de los perpetradores en todos los tipos de delitos.
Esto dificulta una evaluación precisa del incremento porcentual y de los delitos específicos en los que las mujeres están teniendo una mayor participación.
Sin embargo, las detenciones y los reportes de la Secretaría de Seguridad Pública de Puebla y la Fiscalía General del Estado son los principales indicadores locales. Cuando se detienen bandas, la composición de género se hace evidente, y es ahí donde se observa una tendencia clara hacia una mayor inclusión de mujeres.
???? Teresa encañonó a otra mujer para robarle el celular; ya está detenida
— Imagen Poblana (@ImagenPoblana) February 4, 2025
El aumento de la participación femenina en la delincuencia tiene múltiples implicaciones:
Mayor complejidad en la investigación: Las autoridades deben adaptar sus estrategias para abordar perfiles criminales más diversos.
Impacto social: Rompe con estereotipos de género, pero de una manera negativa, al reflejar una descomposición social que afecta a todos los estratos.
Desafíos en la reinserción social: Para las mujeres que ingresan al sistema penitenciario, las necesidades y problemáticas son distintas a las de los hombres, requiriendo programas específicos de reinserción.
Si bien la delincuencia sigue siendo predominantemente masculina, la realidad en Puebla y en el país es que la presencia de mujeres en el crimen está lejos de ser un fenómeno marginal.
Su creciente involucramiento, desde la base hasta -en algunos casos-, el liderazgo, exige una mayor atención por parte de las autoridades y de la sociedad para entender las causas. La pregunta que se plantean algunos especialistas en seguridad, ya no es si las mujeres participan en el crimen, sino cómo su rol está evolucionando y qué se está haciendo para prevenir que más mujeres caigan en las redes de la delincuencia.