La sangrienta lista de estrellas gruperas asesinadas en México

La sangrienta lista de estrellas gruperas asesinadas en México

Foto: FreePik

FranciscoNemesioLivanVíctor y José Francisco salieron a tocar, a cumplir un sueño, y no volvieron. Eran los integrantes del grupo Fugitivo, una banda de música norteña originaria de Reynosa, Tamaulipas, que interpretaba corridos y cumbias.

 

La muerte de los cinco integrantes de este grupo musical causó un profundo impacto, desatando indignación y dolor en la comunidad por la brutalidad del crimen. Sin embargo, no se trata de un caso aislado: otros grupos y figuras del regional mexicano también han sido víctimas de asesinatos, presuntamente relacionados con el crimen organizado.

 

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Rosalino “Chalino” Sánchez Félix

 

Conocido como “el Rey del Corrido”, fue un pionero del narcocorrido. Fue asesinado el 16 de mayo de 1992 en Culiacán, Sinaloa. Tras finalizar una presentación, fue secuestrado por supuestos policías federales. Al día siguiente, su cuerpo apareció a la orilla de una carretera, con un disparo en la nuca. Tenía 31 años. Su muerte sigue sin resolverse, aunque se le ha vinculado al crimen organizado.

 

Valentín Elizalde

 

El Gallo de Oro”, fue asesinado el 25 de noviembre de 2006 en Reynosa, Tamaulipas, tras ofrecer un concierto. Recibió más de 20 disparos al salir del evento. Se presume que su asesinato estuvo relacionado con la interpretación del tema “A mis enemigos”, considerado una provocación contra el Cártel del Golfo o Los Zetas.

 

 

Sergio Gómez

 

Vocalista de K-Paz de la Sierra, fue secuestrado, torturado, quemado y asesinado el 3 de diciembre de 2007 en Michoacán, después de una presentación. Según reportes, el líder de La Familia MichoacanaNazario Moreno “el Chayo”, ordenó su ejecución por haber tocado para Los Zetas, un grupo rival. Otra versión alude a un posible crimen pasional, relacionado con una presunta relación del cantante con la pareja de un capo local.

 

Zayda Peña

 

Vocalista de Zayda y los Culpables, fue asesinada el 1 de diciembre de 2007 en Matamoros, Tamaulipas. Sobrevivió a un primer ataque armado en un motel, pero un sicario ingresó al hospital donde era atendida y la remató con seis disparos. Su madre aseguró que fue una venganza de grupos criminales, posiblemente por su trabajo previo en un organismo judicial.

 

 

Sergio Vega “el Shaka”

 

Fue ejecutado el 26 de junio de 2010 en Sinaloa mientras se dirigía a un concierto. Recibió más de 30 disparos. Horas antes, había expresado su preocupación por la violencia contra músicos del género y había reforzado su seguridad. Aunque su muerte se atribuyó al crimen organizado, nunca se esclareció el motivo.

 

Francisco Ernesto Ruiz

 

Vocalista de la Banda Cuisillos, fue asesinado en octubre de 2017 dentro de su casa en Guadalajara, Jalisco. Aunque la investigación inicial apuntó a un intento de robo, las autoridades también consideraron un ataque directo, según declaró el entonces fiscal del estado.

 

En enero de 2013, 17 integrantes de Kombo Kolombia fueron secuestrados y asesinados en Hidalgo, Nuevo León. Sus cuerpos fueron hallados en una noria. Investigaciones apuntaron al Cártel del Golfo, como represalia porque la banda habría tocado para sus rivales, Los Zetas. Un sobreviviente permitió localizar los cuerpos.

 

 

Kevin Hernández

 

Integrante de H Norteña, fue asesinado junto a su esposa, Marisela Sandoval, y dos de sus hijos en mayo de 2024 en Chihuahua. Se especuló que el ataque pudo haber sido una venganza contra la mujer por parte de miembros del crimen organizado.

 

Emiliano Cuevas y David Noria

 

Miembros del grupo Penumbre, fueron ejecutados en octubre de 2024, tras una presentación en el bar “el Mezcalito”, en Querétaro. El ataque ocurrió después de que interpretaran corridos presuntamente dedicados al Cártel de Sinaloa.

 

 

A pesar de las investigaciones que, en muchos casos, apuntan al crimen organizado, los avances en estos casos han sido mínimos. La mayoría permanecen sin esclarecer incluso décadas después. Esta impunidad refleja un sistema judicial debilitado por la violencia del narcotráfico, la corrupción institucional y la falta de voluntad política para proteger a los músicos, que se han convertido en blancos vulnerables en territorios dominados por el crimen.

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