¿Qué significa para los mexicanos que la economía crezca solo 0.1 %?

El Banco de México revisó a la baja su pronóstico de crecimiento económico para 2025, estimando 0.1 % frente a 0.6% proyectado anteriormente. Este ajuste se publicó en su informe trimestral de mayo, citando factores como la incertidumbre por posibles aranceles de Estados Unidos, la caída en el consumo y la inversión privada, y una menor demanda externa.

Los pronósticos de crecimiento económico reflejan la expectativa sobre cómo se desempeñará la economía en su conjunto durante un periodo determinado. Ya sean al alza o a la baja, tienen implicaciones tanto macroeconómicas como en la vida cotidiana de los ciudadanos.

¿Qué significa un pronóstico de crecimiento económico?

El Producto Interno Bruto (PIB) mide el valor total de los bienes y servicios producidos en un país. Un pronóstico de crecimiento económico al alza significa que se espera que la economía crezca más de lo que se había proyectado previamente para un periodo determinado. Esto implica mayor dinamismo económico, más creación de empleos formales, aumento en el consumo y la inversión, posible mejora en el poder adquisitivo y en el bienestar general.

También se espera una mejora en el comercio exterior, incremento en la inversión privada o pública, estabilidad financiera, políticas económicas favorables y crecimiento en sectores clave como manufactura, servicios o agricultura.

Cuando el pronóstico de crecimiento económico es a la baja, sucede todo lo contrario: menor dinamismo económico, menor creación de empleos formales o incluso pérdida de empleos, reducción en el consumo y la inversión privada, y un posible estancamiento o deterioro en el bienestar económico. Además, puede haber incertidumbre comercial, disminución en la inversión privada o pública, problemas financieros como depreciación de la moneda o volatilidad en los mercados, entre otros.

¿Cómo repercute en un mexicano común que la economía suba o baje, aunque sea en un mínimo porcentaje?

El impacto de un pronóstico de crecimiento económico, ya sea al alza o a la baja, puede repercutir en la vida diaria de un mexicano común de varias formas. Cuando la economía sube, aunque sea en un mínimo porcentaje, refleja mayor dinamismo económico, lo que trae consigo varios efectos:

• Más oportunidades de empleo: un crecimiento mayor al esperado, aunque pequeño, puede traducirse en algo más de creación de empleos formales. Para un mexicano común, esto podría significar una mejor probabilidad de encontrar trabajo o cambiar a uno con mejores condiciones.
• Ligero aumento en ingresos: con una economía más activa, algunas empresas podrían aumentar salarios o bonos, aunque mínimamente, lo cual ayuda a un trabajador a cubrir gastos básicos con un poco más de holgura, como alimentos o transporte.
• Mayor estabilidad en precios: un crecimiento moderado puede mantener la inflación controlada, lo que significa que los precios de productos básicos no subirían tan rápido, ayudando a que el dinero rinda más.
• Confianza para gastar o invertir: si existe optimismo económico, un mexicano común podría sentirse más seguro para gastar en bienes duraderos o incluso iniciar un pequeño negocio.

Cuando la economía baja, se puede presentar un fenómeno de estancamiento económico con efectos negativos.

• Un crecimiento casi nulo limita la generación de trabajos formales y podría forzar a más personas a trabajar en la informalidad, donde los ingresos son inestables.
• De igual forma, las empresas tienden a ser cautelosas y evitan aumentar salarios. Para un mexicano común, esto significa que su sueldo pierde poder adquisitivo si la inflación sube más rápido que sus ingresos.
• Un pronóstico a la baja genera preocupación sobre la estabilidad económica, por lo que un ciudadano común podría decidir ahorrar más y gastar menos en cosas no esenciales por miedo a una crisis, afectando a negocios locales como restaurantes o tiendas.
• Por consecuencia, con un crecimiento bajo, el gobierno tiene menos ingresos fiscales, lo que puede limitar el gasto en servicios como salud, educación o transporte público.
• Finalmente, la percepción de una economía estancada puede generar estrés o frustración. Un padre de familia podría sentirse preocupado por no poder cubrir gastos escolares o médicos si los costos suben y su ingreso no crece.

¿Por qué importa un cambio pequeño, como del 0.6% al 0.1%?

Aunque la diferencia entre 0.6 % y 0.1 % parece mínima, en una economía grande como la mexicana, cada décima de porcentaje representa miles de millones de pesos en actividad económica. Un crecimiento de 0.1% implica que la economía está prácticamente estancada, lo que puede agravar problemas estructurales como la pobreza, el desempleo y la desigualdad. Además, un pronóstico a la baja refleja una percepción de mayor riesgo, lo que afecta la confianza de inversionistas, empresas y consumidores, creando un círculo vicioso de menor actividad económica.