
En medio de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, un juguete de sonrisa peculiar conquistó los escaparates de todo el mundo, redes sociales y vitrinas de coleccionistas. Se trata del Labubu, el peluche creado por la empresa china Pop Mart, que fue uno de los productos más vendidos del sector de juguetes coleccionables entre 2024 y 2025.
El fenómeno comenzó a ganar fuerza entre jóvenes de la Generación Z, gracias al factor sorpresa, ya que nadie sabe qué personaje viene en la caja hasta abrir el paquete, una mecánica que generó tendencia en plataformas como TikTok, donde los videos de “unboxings” acumulan millones de visualizaciones. En centros comerciales, se forman largas filas para adquirir las figuras, mientras que en el mercado de reventa algunos modelos limitados alcanzan precios de hasta 600 dólares.
Pese a las políticas arancelarias impuestas por Washington sobre productos importados desde China, Pop Mart logró mantener su ritmo de expansión. La compañía informó que los aranceles no serían trasladados al consumidor de forma directa, aunque algunas colecciones presentaron un incremento moderado en su precio.
La expansión global de Pop Mart incluyó la apertura de tiendas físicas en ciudades como Houston, Los Ángeles, Bangkok y París. En Estados Unidos, el crecimiento de la empresa alcanzó hasta 900 % durante 2024, mientras que a nivel internacional los ingresos aumentaron 375 %.
Labubu forma parte de la línea The Monsters, lanzada por Pop Mart en 2015, y gracias a su apariencia caricaturesca, con dientes sobresalientes y una expresión fija que oscila entre la ternura y lo grotesco, se convirtió en una figura reconocible en el mundo del coleccionismo. Incluso, su popularidad superó a la de otras líneas de la empresa como Dimoo, Pucky, Baby Molly o Crybaby.
En términos financieros, Pop Mart registró ingresos por 13,040 millones de yuanes en 2024, equivalentes a unos 1,800 millones de dólares, lo que representa un crecimiento interanual de 106.9%. Asimismo, se dio a conocer que la línea The Monsters aportó 3,000 millones de yuanes, con un alza de 726.6% respecto al año anterior, cifras que posicionan a Labubu como el activo más rentable de la compañía, superando a otras propiedades intelectuales del catálogo.
Los analistas estiman que, a pesar del impacto de los aranceles, Pop Mart podría mantener su competitividad en el corto plazo, por lo que la empresa ya estudia diversificar su cadena de suministro hacia países como Vietnam, con el objetivo de reducir su dependencia de las fábricas chinas. Mientras tanto, las tiendas continúan vendiendo figuras al por mayor en mercados como Australia, donde se reportó la venta de más de 6,000 unidades en un solo mes.
El éxito de Labubu también dio lugar a la aparición de imitaciones, conocidas entre consumidores como “Lafufus”, “fauxbubus” o “chafubus”, los cuales está fabricados con materiales de menor calidad, y circulan principalmente a través de redes sociales y tiendas no oficiales.
Sin embargo, el formato de caja sorpresa que acompaña a cada figura generó debates similares a los de los videojuegos con mecánicas de azar. En 2023, China impuso regulaciones que restringen la venta de estos productos a menores de ocho años y exigen el consentimiento de los padres para adolescentes entre ocho y 15 años, esto con el objetivo de limitar conductas compulsivas vinculadas al coleccionismo.
Pero a pesar de las advertencias, la experiencia de abrir una caja y descubrir qué personaje se encuentra dentro sigue siendo un atractivo irresistible para miles de fanáticos. En un mundo saturado de objetos, Labubu demostró que la combinación de diseño peculiar, escasez controlada y marketing digital puede convertir a un pequeño peluche en un gigante del mercado global.