
Más de tres décadas después de uno de los crímenes más recordados en la historia de Estados Unidos, un juez decidió modificar la sentencia de los hermanos Lyle y Erik Menéndez, condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de sus padres en 1989. Ahora, recibieron una reducción de su sentencia que podría abrirles, por primera vez, una puerta hacia la libertad.
La decisión fue tomada por el juez Michael Jesic, quien cambió la condena a una de entre 50 años a cadena perpetua, lo que permite a ambos solicitar una audiencia para recibir la libertad condicional.
"Creo que han hecho lo suficiente en estos 35 años como para que algún día tengan la oportunidad", comentó el magistrado, dejando claro que la justicia no ignora el paso del tiempo ni las transformaciones personales.
#BREAKING: #MenendezBrothers' murder sentences were reduced, giving them a chance at parole.
— Court TV (@CourtTV) May 14, 2025
Los Angeles County Superior Court Judge Michael Jesic reduced #ErikMenendez and #LyleMenendez's sentences from life without parole to 50 years to life.#CourtTV - What do YOU think? pic.twitter.com/PiBmbPCh7C
Lyle, el hermano mayor, se dirigió al juez y aseguró sentir “profunda vergüenza” por sus acciones del pasado y reconoció que había arrebatado la vida a dos personas que merecían seguir viviendo.
“Disparé cinco veces contra mis padres y luego recargué. Mentí a todos, lo siento de verdad”, comentó Erik.
La familia de los hermanos ha estado durante años al frente de una lucha para reabrir el caso y cambiar la percepción pública. Su prima, Anamaria Beralt, quien es una de sus defensoras, aseguró que las palabras pronunciadas en la audiencia fueron conmovedoras. “Estoy feliz de que el mundo haya podido escucharlas”, aseguró Beralt.
El caso Menéndez volvió a los titulares luego del estreno de una serie dramatizada y un documental en la plataforma Netflix, lo que generó interés, especialmente entre audiencias jóvenes.
Erik y Lyle fueron condenados tras dos juicios que captaron la atención mediática de todo el país. Sus padres, Kitty y José Menéndez, fueron asesinados en su residencia de Beverly Hills el 20 de agosto de 1989. En ese entonces, los hermanos alegaron haber sido víctimas de abusos por parte de su padre, un ejecutivo de origen cubano.
Aunque inicialmente intentaron ocultar su implicación, los lujos y gastos los delataron ante los investigadores. Ahora, tras más de 35 años tras las rejas, los hermanos podrían estar más cerca de obtener una segunda oportunidad.