El departamento papal del Palacio Apostólico fue reabierto por León XIV

El departamento papal del Palacio Apostólico fue reabierto por León XIV

Foto: X / @Elperiodiquito

Durante el domingo, el papa León XIV tuvo una breve aparición ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro para dirigir su primer mensaje dominical y concluir el rezo del Regina Caeli. Acto seguido, cruzó una puerta que había permanecido cerrada desde la muerte del papa Francisco, lo que significa que el nuevo pontífice reabrió oficialmente el apartamento papal en el Palacio Apostólico.

 

Los sellos fueron colocados el 21 de abril tras el fallecimiento de Francisco, marcando el fin de una era. Su ruptura no solo permitió el ingreso a los espacios del papa anterior, sino que también marcó el inicio de una nueva etapa de liderazgo.

 

El procedimiento no fue una simple formalidad, ya que la tradición dicta que al morir un papa, se cierren y resguarden todos los lugares donde haya vivido. En el caso de Francisco, eso incluyó tanto su espacio de trabajo en el Palacio Apostólico como su hogar en la Casa Santa Marta.

 

 

Desde su elección en 2013, Jorge Mario Bergoglio rompió con la costumbre al negarse a ocupar el apartamento oficial y elegir una vida sencilla en un lugar que originalmente estaba destinado a alojar cardenales durante los cónclaves. Pese a ello, siguió utilizando el Palacio para actividades oficiales y celebraciones importantes.

 

Ambos cierres fueron supervisados por el cardenal Kevin Farrell, en calidad de camarlengo. Su labor consistió en preservar intactos los espacios del pontífice fallecido hasta que su sucesor decidiera qué hacer con ellos.

 

La decisión sobre dónde residirá el nuevo papa todavía no fue comunicada. Aunque el Palacio Apostólico es mucho más que una vivienda, con oficinas, capillas, museos y más de 1,000 habitaciones, su carga simbólica como hogar del papa lo convierte en un punto importante de debate. Incluso durante el pontificado de Francisco, el lugar conservó su valor institucional y fue escenario de encuentros diplomáticos, actos litúrgicos y recepciones oficiales.

 

Por eso, la reciente reapertura no garantiza que León XIV haga de ese lugar su residencia permanente. Por ahora, mantiene el silencio, mientras crecen las especulaciones sobre su estilo personal y las señales que quiere dar al mundo.

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