Infancias desiguales: cuando el juego es sustituido por trabajo

Infancias desiguales: cuando el juego es sustituido por trabajo

Foto: FreePik

Mientras en abril las calles se llenan de festivalesglobos y juguetes para celebrar el mes de la Niñez, otra realidad mucho menos alegre se impone en las avenidascruceros y mercados de Puebla capital: miles de niñas y niños no tienen tiempo para jugar. Para ellos, la infancia significa trabajar para sobrevivir.

 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2022 elaborada por el INEGI, 17.9 % de los menores de 5 a 17 años en el estado de Puebla están en situación de trabajo infantil, lo que equivale a 285,287 niños y adolescentes. Esto coloca a Puebla como el sexto estado con mayor incidencia a nivel nacional.

 

Asimismo, de estos niños y niñas, más de 166,000 están en ocupaciones no permitidas, ya sea por ser menores de la edad mínima legal o porque llevan a cabo actividades peligrosas para su desarrollo físico y mental. En particular, 90,000 menores laboran en condiciones catalogadas como peligrosas, expuestos a riesgos insalubres o físicos que afectan su salud.

 

 

Trabajo infantil en Puebla capital

 

Aproximadamente 13,870 menores trabajan en la capital poblana, lo que convierte a este municipio en el que concentra el mayor número de niños y adolescentes en situación de trabajo infantil en todo el estado.

 

Más allá de pedir dinero en los cruceros, los niños en Puebla capital se desempeñan en diversas actividades laborales, muchas a la vista de todos:

 

  • Venta ambulante: menores que ofrecen dulces, chicles, botellas de agua, flores o artesanías en plazas, paraderos y calles concurridas.
  • Industria manufacturera y extractiva: incluye trabajos en fábricas, donde las condiciones pueden ser peligrosas para los menores.
  • Construcción: cerca de 9,000 niños trabajan en la industria de la construcción, una actividad de alto riesgo para su integridad física.
  • Quehaceres domésticos no adecuados: un gran número de menores lleva a cabo labores domésticas que no son recomendables para su edad y desarrollo.
  • Trabajo en mercados: niños que ayudan a cargar mercancía, limpiar puestos, pelar verduras o atender a los clientes en tianguis y mercados como el de Amalucan, La Acocota o El Carmen.
  • Recolección de materiales reciclables: menores que recorren las calles empujando carretillas o bolsas grandes, recogiendo cartón, botellas de plástico, aluminio y otros desechos.
  • Trabajo agrícola en zonas periurbanas: especialmente en juntas auxiliares, niños ayudan en la siembra, cosecha o recolección de productos agrícolas.
  • Actividades ilícitas: en los casos más extremos, algunos menores son enganchados para distribuir mercancía ilegal o involucrarse en actos delictivos.

 

 

Detrás de cada niño trabajador hay una historia de necesidad, pues 62.8 % de la población menor de 18 años en Puebla vive en situación de pobreza, y 15.1 % en pobreza extrema, de acuerdo con datos del Observatorio de Derechos de la Infancia. A esto se suma la falta de acceso a educación de calidad, a servicios básicos y a programas de apoyo económico a las familias.

 

Por lo que las consecuencias del trabajo infantil no solo son físicas, también son emocionales y sociales. El abandono escolar es uno de los principales riesgos. Uno de cada cuatro niños trabajadores en Puebla no asiste a la escuela, lo que afecta su desarrollo y perpetúa el ciclo de pobreza.

 

Además, enfrentan riesgos de salud, como lesiones, enfermedades respiratorias o desnutrición, ya que están expuestos a violencia en el espacio público y son víctimas de discriminación constante.

 

Indiscutiblemente, la niñez en Puebla y en la capital vive una realidad desigual donde el trabajo infantil es una constante que limita sus oportunidades de desarrollo integral y diversión. Por lo que resulta urgente implementar estrategias integrales que involucren a los tres niveles de gobierno, organizaciones sociales y la sociedad en general para erradicar esta problemática y garantizar una infancia digna para todos los niños y niñas.

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