Embalsamamiento, el arte de preservar la muerte

Embalsamamiento, el arte de preservar la muerte

Foto: Freepik

Desde las arenas del antiguo Egipto hasta las modernas salas de tanatopraxia, el embalsamamiento ha sido una práctica que refleja la relación de la humanidad con la muerte, la memoria y la ciencia. Este proceso, que busca preservar los cuerpos de los difuntos, ha evolucionado a lo largo de los siglos, adaptándose a las creencias culturales y a los avances tecnológicos.

 

¿Qué es el embalsamamiento?

 

El embalsamamiento es un método de sanitización y preservación de los tejidos internos de un cuerpo fallecido; y consiste en la aplicación de técnicas anatómicas y químicas, principalmente la extracción de fluidos biológicos y la inyección de sustancias conservantes para detener temporalmente los procesos naturales de descomposición.

 

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Por lo que, el objetivo es mantener el cuerpo en condiciones higiénicas y estéticas óptimas durante un periodo suficiente para su velatorio, traslado o exposición pública.

 

Orígenes milenarios: la búsqueda de la eternidad

 

El embalsamamiento tiene raíces en la historia de la humanidad. En el antiguo Egipto, hace más de 4000 años, se desarrollaron técnicas de momificación que incluían la extracción de órganos, el uso de resinas y bálsamos, y el envolvimiento del cuerpo en vendas de lino, todo con el propósito de preparar al difunto para la vida después de la muerte.

 

Sin embargo, otras culturas también practicaron formas de embalsamamiento. En la antigua Grecia y Roma, se utilizaban aceites, especias y resinas para preservar los cuerpos. Incluso en la tradición cristiana, se menciona que Jesucristo fue embalsamado con una mezcla de mirra y aloe.

 

El embalsamamiento en la era moderna

 

Con el paso del tiempo, el embalsamamiento se transformó en una práctica más científica. En el siglo XIX, durante la Guerra Civil estadounidense, se popularizó el uso de sustancias químicas para preservar los cuerpos de los soldados fallecidos y permitir su traslado a largas distancias.

 

Hoy en día, el embalsamamiento moderno implica la sustitución de la sangre del cuerpo por una solución química que preserva los tejidos. Esta técnica, que puede incluir formaldehído, alcohol y colorantes, se introduce a través de las venas, desinfectando el cuerpo desde el interior y retrasando la descomposición natural.

 

Además, se aplican procedimientos como el lavado del cuerpo con germicidas, la limpieza de los orificios corporales y la colocación de algodones en las cavidades para evitar la salida de fluidos

 

¿Cómo se lleva a cabo el proceso?

 

El procedimiento moderno de embalsamamiento suele seguir estos pasos principales:

 

  • Se hace una incisión en las venas para extraer la sangre.
  • Se inyecta una solución de formol, agua y otros químicos conservantes en el sistema vascular.
  • En algunos casos, se retiran órganos internos y se rellenan las cavidades con materiales absorbentes o desinfectantes.
  • Se aplican técnicas de tanatoestética para restaurar la apariencia del rostro y el cuerpo, especialmente si hay lesiones visibles.

 

Este proceso requiere de personal especializado en tanatopraxia y tanatoestética, disciplinas que combinan conocimientos anatómicos, químicos y estéticos para lograr una conservación adecuada.

 

¿Cuánto tiempo dura un cuerpo embalsamado?

 

La duración de la preservación depende de varios factores: el estado del cuerpo, el tiempo transcurrido desde el fallecimiento, las condiciones ambientales y la técnica utilizada. En general, un cuerpo embalsamado puede mantenerse en buen estado desde varios días hasta semanas o meses.

 

Por lo que, en condiciones óptimas y con técnicas avanzadas, la conservación puede extenderse hasta un año, aunque eventualmente se inicia la reducción esquelética.

 

En contraste, los métodos del Antiguo Egipto lograban una preservación casi permanente, como lo demuestran las momias que han perdurado por milenios.

 

¿En qué casos se practica el embalsamamiento?

 

El embalsamamiento no es obligatorio en la mayoría de los países, pero se recurre a él en situaciones específicas:

 

  • Cuando el cadáver debe ser trasladado a largas distancias, especialmente en vuelos internacionales o entre estados, donde la ley lo exige.
  • Cuando el velatorio o exposición del cuerpo se prolongará por varios días.
  • En casos de enfermedades infecciosas, si la familia desea una visita para condolencias.
  • Por motivos religiosos, culturales o de imagen pública, como en el caso de figuras históricas o líderes religiosos.

 

Si el cuerpo será enterrado o cremado en poco tiempo y no requiere traslado, el embalsamamiento suele ser innecesario; en estos casos, la refrigeración es la alternativa habitual.

 

¿Quién lleva a cabo el embalsamamiento hoy?

 

Actualmente, el embalsamamiento es un servicio que ofrecen muchas funerarias, aunque no todas lo incluyen por defecto. El procedimiento debe ser hecho por profesionales capacitados en tanatopraxia y tanatoestética, quienes cuentan con la formación y certificación necesarias para manipular sustancias químicas y aplicar técnicas anatómicas.

 

Las funerarias tradicionales suelen ofrecer el servicio como una opción adicional, especialmente en casos de traslados internacionales o cuando la familia lo solicita explícitamente. Sin embargo, no pueden obligar a los familiares a contratarlo, salvo que la ley lo exija por razones sanitarias o logísticas.

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