
Las cabañuelas son un método tradicional de predicción del clima y las condiciones atmosféricas que se ha transmitido de generación en generación en algunas regiones. Este cálculo popular se basa en la observación de los cambios atmosféricos y se utilizaba para predecir las condiciones climáticas futuras, especialmente en relación con la agricultura.
De acuerdo a este método, el 4 de enero representó el clima de abril, ya que los primeros 12 días de este mes corresponden a los siguientes meses en orden ascendente.
De igual forma, el 21 de enero corresponde a este mes, tomando en cuenta que del 13 al 24 de enero se cuentan los meses del año en forma descendente. Existen algunas variantes que asignan dos meses por día, pero el enfoque principal es el 4 y 21 de enero.
De acuerdo con este método, el pronóstico de abril tuvo probabilidad de lluvias moderadas, sol y nubosidad. Asimismo, el calor sería menos intenso en primavera, con lluvias que podrían presentarse en varios periodos entre marzo y mayo. En general, se previeron condiciones climáticas más benéficas para México.
Sin embargo, el clima que se está presentando es totalmente diferente. Hay días con un intenso calor y el sol pega a quemarropa, mientras, otros días ha sido bastantes fríos por la mañana y el atardecer.
Ante este escenario, podemos decir que el cambio climático ha alterado significativamente los patrones climáticos, afectando la fiabilidad de las cabañuelas. En el caso de Puebla, este fenómeno ha incrementado las temperaturas con un aumento de 0.85°C en los últimos 50 años. Este mes está siendo más cálido que en décadas pasadas, con ondas de calor más frecuentes.
Las precipitaciones son menos predecibles, con lluvias intensas pero esporádicas en lugar de los patrones estacionales que las cabañuelas asumían. Esto dificulta predecir los seis días lluviosos promedio de abril basándose solo en observaciones de enero.
Las cabañuelas dependen de ciclos climáticos estables, pero el cambio climático introduce variabilidad extrema, como sequías prolongadas seguidas de tormentas, haciendo que las observaciones de enero sean menos representativas.
Expertos en el tema aseguran señalan que las cabañuelas fueron más efectivas hasta los años 60, cuando los patrones climáticos eran más estables. Sin embargo, en la actualidad, su precisión se estima en menos de 70% en regiones como Puebla.