El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, descartó este lunes la eventual liberación y devolución a EEUU de Kilmar Ábrego, migrante salvadoreño deportado por un error administrativo, a quien calificó de "terrorista".
"La pregunta es absurda. ¿Cómo lo puedo devolver a EEUU? No tengo el poder para hacer eso", respondió Bukele durante una rueda de prensa en la Casa Blanca junto a Trump, cuando le preguntaron qué haría con Ábrego, cuya liberación ordenó la Corte Suprema de esta nación norteamericana.
La Corte Suprema determinó que el Gobierno de EEUU debe traer de regreso a Ábrego, arrestado en marzo pasado en Maryland y enviado al Centro de Confinamiento contra el Terrorismo (Cecot), en el departamento salvadoreño de San Vicente.
La Fiscal General de EEUU, Pam Bondi, negó más temprano este lunes que el retorno de Ábrego dependa de la administración que preside Donald Trump, y afirmó que corresponde a las autoridades salvadoreñas.
"No lo voy a liberar. No nos gusta liberar a terroristas en nuestro país", enfatizó Bukele en rueda de prensa conjunta, alegando que si liberara a "criminales" su país volvería a convertirse en "la capital mundial de los asesinatos".
Ábrego no tiene antecedentes penales en EEUU, y ha negado ser miembro de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-19), como le señalan las autoridades norteamericanas.
Según registros judiciales, Abrego trabajó en la construcción mientras vivió en EEUU, se casó, criaba a tres hijos con discapacidades y contaba con un amparo migratorio para evitar ser deportado, pues corría riesgo de persecución por parte de pandillas en El Salvador.
