Cómo algunas rutinas familiares pueden deteriorar la salud bucal infantil

Cómo algunas rutinas familiares pueden deteriorar la salud bucal infantil

Foto: Pexels

Expertas en odontología revelaron durante una conversación en "Miércoles de Bienestar" la incidencia de hábitos cotidianos en el deterioro de la salud bucal, en especial durante la niñez. Entre los factores más mencionados se destacaron el uso prolongado del biberón, el chupete y el consumo excesivo de azúcares.

 

Numerosos comportamientos arraigados desde etapas tempranas derivan en maloclusiones, infecciones o caries severas. "La mayoría de los problemas ortodónticos que luego hay que darle solución ortodóntica están con el dedo y con el bobo", explicó la doctora Arabella Michelén. La presión constante sobre la cavidad oral modifica su estructura, generando problemas funcionales y estéticos.

 

Otra práctica dañina señalada durante el encuentro fue el uso del biberón con contenido azucarado antes de dormir. Emely Núñez, gerente de odontología en Humanos Seguros, explicó que muchas madres creen no estar dando alimentos dañinos por la noche, cuando en realidad agregan azúcar o cacao a la leche, lo que termina perjudicando gravemente la salud dental del niño. Esa combinación entre lactancia nocturna y azúcares refinados favorece el desarrollo de caries de biberón, una de las afecciones más prevalentes en menores de cinco años.

 

Incluso acciones de cuidado compartido pueden transmitir bacterias peligrosas. La doctora Michelén aseguró que compartir utensilios, bebidas o cepillos del bebé contribuye a la propagación de microorganismos responsables de infecciones orales.

 

Diversas publicaciones médicas respaldan estas observaciones. Según el Journal of Pediatric Dentistry, existe una correlación directa entre el uso extendido del chupón y alteraciones en la posición de los dientes, además de un mayor riesgo de otitis media. Estudios también identifican la transmisión vertical de Streptococcus mutans desde cuidadores hacia menores mediante prácticas de alimentación compartida.

 

Cambiar estos hábitos requiere educación y acompañamiento desde el entorno familiar. Michelén sostiene la necesidad de replicar condiciones sanitarias equitativas entre adultos y niños en el cuidado diario.

 

Fomentar la hidratación, limitar los azúcares, mantener cepillos separados y evitar prácticas de contacto directo con saliva son acciones que pueden reducir considerablemente la aparición de enfermedades orales. Estas medidas, aplicadas con constancia, protegen la dentición temporal y garantizan un entorno saludable para la dentición permanente. (Notipress)

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