
La orden ejecutiva de incrementar los aranceles y las ocurrencias comerciales totalmente disparatadas de Donald Trump representan una clara violación al T-MEC. Este tratado, que buscaba promover el libre comercio y la cooperación entre los tres países, eliminando barreras comerciales, impuestos y aranceles, está siendo pisoteado por el magnate.
El tratado trilateral establece en el capítulo dos que los países firmantes no pueden ni deben establecer aranceles ni impuestos, ni aumentarlos, por lo que el incremento de este gravamen va en contra de este principio.
Economistas de la región norte del continente aseguran que, aunque el tratado continúa en vigor, esté ha perdido su efectividad o la realidad es que ya está muerto. Y aunque su futuro sigue siendo incierto, la realidad es que esta situación no solo afecta a las relaciones entre Estados Unidos, Canadá y México, sino que también tiene el potencial de alterar el comercio global.
Ante esta situación, hay algunos mecanismos para que los países agraviados puedan resolver estás controversias y defender sus intereses comerciales; sin embargo, el panorama no es nada alentador, ya que será muy difícil que puedan obligar a Trump a dar marcha atrás.
Paneles de solución de controversias del T-MEC
Para hacer efectiva la operación y aplicación de las disposiciones establecidas en el T-MEC, este tratado contempla diversos mecanismos de solución de diferencias. En uno de sus artículos, señala que es permitido a un Estado Parte presentar una reclamación contra otro cuando considere que hay un incumplimiento a los compromisos del Tratado.
Asimismo, establece el derecho de cualquier Parte a solicitar un panel, compuesto por cinco miembros, para analizar y resolver la controversia. Las decisiones del panel son vinculantes. Si la Parte contra la cual se dicta una decisión no cumple, la Parte reclamante tiene derecho a suspender beneficios comerciales hasta que se dé cumplimiento a la decisión del panel.
Organización Mundial de Comercio (OMC)
Este organismo internacional se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los países. Es la única organización internacional que se ocupa de las normas de alcance mundial que regulan el comercio y su principal función es velar por que las corrientes comerciales circulen con la mayor fluidez, previsibilidad y libertad posible.
Incluso, Canadá ya presentó una queja ante este organismo contra los aranceles de 25 % impuestos por Estados Unidos al acero y al aluminio. La solicitud se distribuyó a los miembros de la OMC el pasado 13 de marzo.
Expertos en el tema aseguran que, si México y Canadá deciden combatir a Trump ante estas instancias, llevan todas las de ganar; sin embargo, estos procesos llevan mucho tiempo y es muy difícil que cualquier organismo internacional como la OMC pueda obligar a Estados Unidos a dar marcha atrás en su decisión. En todo caso podrían autorizar a México y Canadá a establecer represalias comerciales equivalentes al daño que les causen la elevación de aranceles a sus economías.
Sin embargo, señalan que actualmente no hay un poder supranacional, como en un juzgado mercantil nacional, que pueda obligar a un país a cumplir un tratado, puesto que estos se basan en el principio de buena fe y, si la buena fe no existe, nada puede obligar a Estados Unidos a cumplir.