La equidad de género aún no llega al trabajo doméstico y de cuidado de los hijos

La equidad de género aún no llega al trabajo doméstico y de cuidado de los hijos

Foto: Freepik

A medida que México avanza hacia una mayor equidad de género, un desafío persiste: la falta de corresponsabilidad en el trabajo doméstico y el cuidado de los hijos. Sin un cambio en esta dinámica, las mujeres seguirán enfrentando barreras significativas en su desarrollo personal y profesional.

 

En México, la carga del trabajo doméstico y de cuidados recae principalmente en las mujeres. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 2024, las mujeres dedican en promedio 63.7 horas a la semana a estas actividades, mientras que los hombres destinan aproximadamente 16 horas semanales. Esta desigualdad es evidente en la cantidad de mujeres que se dedican exclusivamente a las tareas del hogar: 17.2 millones, en comparación con solo 992,000 hombres.

 

En el ámbito del trabajo doméstico remunerado, las mujeres también enfrentan desafíos significativos. De los 2.2 millones de trabajadores del hogar remunerados en México registrados en 2022, el 88% es mujer. Estas trabajadoras enfrentan condiciones laborales precarias, con bajos ingresos y escasa protección social. En promedio, perciben 3,200 pesos mensuales, en comparación con los 4,200 pesos que ganan los hombres en el mismo sector.

 

Maternidad como obstáculo profesional

 

Por otro lado, la maternidad también es un factor relevante que limita el desarrollo profesional de las mujeres. Aunque la incorporación de las mujeres al mercado laboral ha aumentado, la responsabilidad principal del cuidado de los hijos y las labores domésticas sigue siendo suya

 

Esto no sólo reduce su disponibilidad para trabajar fuera del hogar, sino que también limita su capacidad para ascender en sus carreras profesionales, considerando que las mujeres destinan hasta 7.4 horas menos a la semana al trabajo remunerado para dedicarse al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.

 

Y es ahí donde surge la falta de corresponsabilidad paterna, lo cual es un tema crítico en México, donde la ausencia o la falta de involucramiento de los padres en las labores domésticas y de cuidado tiene consecuencias significativas tanto para las mujeres como para los niños.

 

Según estudios, alrededor del 15.9% de los hogares no tiene al padre presente, lo que puede llevar a problemas como la deserción escolar, trastornos emocionales y conductuales en los niños.

 

No obstante, en México, la ausencia paterna ha sido normalizada en cierta medida. Esto se refleja en la frecuencia con la que se presentan hogares monoparentales, donde la madre es la única figura de autoridad y cuidado

 

Con todo lo anterior, podemos concluir que la desigualdad en la distribución del trabajo doméstico y de cuidados es un obstáculo significativo para el desarrollo personal, profesional y económico de las mujeres en México.

 

Es crucial abordar esta cuestión mediante políticas que promuevan la corresponsabilidad paterna y el reconocimiento económico del trabajo no remunerado. Solo a través de cambios estructurales y culturales podremos avanzar hacia una sociedad más equitativa y justa para todos.

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