Desde comunidades, pueblos y hasta en la capital del país, es común encontrar a personas que recurren a la medicina tradicional para aliviar sus dolencias. Desde tés curativos hasta limpias con hierbas, esta práctica es parte fundamental de la cultura mexicana. Pero ¿qué tan reconocida es realmente por la ciencia? Mientras algunos la consideran una alternativa válida a la medicina moderna, otros la ven como una práctica sin fundamentos científicos e incluso peligrosa.
A nivel gubernamental, la medicina tradicional tiene cierto reconocimiento. En 2021, la Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley General de Salud para incluir la medicina tradicional indígena y complementaria como parte del Sistema Nacional de Salud, lo que implica su reconocimiento, uso y protección. Además, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y el gobierno federal han implementado programas para promover y fortalecer esta práctica en comunidades indígenas y afromexicanas.
Sin embargo, también existen barreras: no todas las prácticas cuentan con aval científico, y los practicantes suelen enfrentar desconfianza, siendo catalogados como "charlatanes" o personas sin preparación formal en salud.
El veredicto de la ciencia
La seguridad y eficacia de la medicina tradicional son temas de debate. En tanto, diversos estudios han demostrado que algunos remedios tradicionales tienen bases científicas. Plantas como la manzanilla, la ruda y el epazote han sido analizadas en laboratorios con resultados positivos en el tratamiento de ciertos malestares. No obstante, también hay riesgos: el mal uso de hierbas, la falta de dosificación precisa y la automedicación pueden provocar efectos adversos.
Por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a que la medicina tradicional sea estudiada a fondo para determinar su eficacia y seguridad. Además, la misma OMS informó que alrededor de 40 % de los medicamentos aprobados y en uso actualmente derivan de productos naturales, lo que evidencia la importancia de la medicina tradicional en el desarrollo de tratamientos modernos.
Entre los remedios tradicionales más conocidos en México se encuentran:
Té de manzanilla
Ampliamente reconocido por sus propiedades calmantes, digestivas y antiinflamatorias. Algunos de sus beneficios más destacados incluyen la mejora de la digestión, aliviar problemas gastrointestinales como náuseas, diarrea y cólicos abdominales. Además, resulta útil para reducir el estrés y la ansiedad, promoviendo un mejor sueño. Gracias a sus propiedades antiespasmódicas, ayuda a relajar los músculos y aliviar el dolor menstrual.
Sábila (aloe vera)
Ayuda a cicatrizar heridas, aliviar quemaduras y tratar problemas digestivos como la indigestión y el reflujo. Por lo que se puede consumir el jugo de aloe vera para mejorar la digestión y el sistema inmunológico, aunque se debe hacer con moderación y bajo asesoramiento médico.
Cáscaras de plátano y café
Para aliviar la tos nocturna. Se colocan café y cáscaras de plátano en las plantas de los pies para estimular la circulación y aliviar la tos.
Mezcla de miel y limón
Es un remedio tradicional ampliamente utilizado para aliviar problemas respiratorios como la tos y el dolor de garganta.
Leche materna
Aplicada en rozaduras del área del pañal para suavizar y curar la piel irritada. La leche materna contiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que pueden ayudar a sanar la piel.
Baño de hierbas
Para relajarse y aliviar dolores musculares. Los baños de hierbas como manzanilla, lavanda o romero pueden ser muy relajantes y ayudar a reducir el estrés y el dolor muscular.
Té de Jamaica
Rico en antioxidantes como la vitamina C y las antocianinas, lo que lo hace útil para combatir la presión arterial y la inflamación celular. Algunos de sus beneficios son:
- Ayudar a reducir tanto la presión arterial sistólica como diastólica, aunque no debe reemplazar medicamentos para hipertensión.
- Puede ayudar a controlar los niveles de glucosa, lo que es beneficioso para personas con diabetes.
- Se cree que puede favorecer la pérdida de peso al controlar el apetito y mejorar la digestión.
Cúrcuma en diferentes presentaciones
La cúrcuma contiene un compuesto activo llamado curcumina, que es responsable de sus propiedades medicinales. Estas incluyen:
- Beneficios antiinflamatorios, lo que la hace útil para tratar condiciones como la artritis reumatoide y la artrosis.
- Contribuye a prevenir enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas.
- Ayuda a reforzar el sistema inmunológico y proteger contra infecciones bacterianas y virales.
