La entrada en vigor de los aranceles impuestos por la administración de Trump a productos de México y Canadá dejó una dura lección para ambos países: nunca más confiar en el mandatario estadounidense, que ha demostrado ser un personaje voluble y sin principios.
Durante los primeros días de su administración, el presidente de los Estados Unidos propuso un incremento de 25 % a todas las exportaciones de México y Canadá, alegando que ambos países no han hecho lo suficiente para frenar el flujo de drogas y migrantes hacia Estados Unidos.
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En este contexto, el gobierno mexicano, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, llevó a cabo todos los esfuerzos necesarios para evitar que este gravamen a productos del país que ingresaran a suelo norteamericano se aplicara.
En una primera acción, desplegó 10,000 efectivos de la Guardia Nacional y el Ejército en la frontera norte, con el objetivo de disuadir a los migrantes, además de desarticular las caravanas y trasladarlos en autobús a lugares alejados de la frontera. De igual forma, con la implementación de este operativo, las fuerzas armadas se encargarían de frenar el flujo de drogas, principalmente de fentanilo.
Otra acción emprendida por el gobierno de Sheinbaum, bajo solicitud del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, fue la extradición de 29 capos del narcotráfico, entre los que sobresalen Rafael Caro Quintero, así como los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, fundadores del sanguinario cartel de “los Zetas”.
Asimismo, la presidenta de México permitió el vuelo de drones de los Estados Unidos cerca del territorio mexicano como una medida de colaboración para combatir el narcotráfico e intensificó los decomisos de fentanilo en diversos puntos del país.
También implementó varias medidas para limitar la influencia de China en su economía y fortalecer su relación con Estados Unidos. Una de estas medidas fue la imposición de aranceles a productos chinos, como un arancel de 35 % a las importaciones de ropa procedente de China y un impuesto de 19 % a productos adquiridos a través de plataformas de comercio electrónico como Shein y Temu.
En los últimos días, el gobierno mexicano también intensificó los esfuerzos diplomáticos para frenar esta medida. El titular de la Secretaría de Economía, Marcelo Ebrard, se reunió con Jamieson Greer, representante comercial de la Unión Americana, así como con el secretario de Comercio, Howard Lutnick. Sin embargo, todas estas acciones emprendidas por el gobierno mexicano resultaron en vano. El primer minuto de este martes 4 de marzo entró en vigor el incremento de aranceles de 25 %.
