Preeclampsia severa, la amenaza obstétrica que requiere respuesta inmediata

Preeclampsia severa, la amenaza obstétrica que requiere respuesta inmediata

Foto: Freepik

Recientemente, una mujer poblana de 37.5 semanas de gestación fue trasladada de urgencia en helicóptero al hospital, luego de que se le diagnosticara preeclampsia severa, una condición médica peligrosa tanto para la madre como para el bebé. Pero lo que resalta la gravedad de este padecimiento y por lo que requirió la necesidad urgente de atención médica.

 

 

¿Qué es la preeclampsia?

 

La preeclampsia es una complicación del embarazo que afecta a alrededor de 5-8% de las mujeres embarazadas, generalmente después de la semana 20 de gestación. Se caracteriza por hipertensión y la presencia de proteínas en la orina. Sus síntomas incluyen hinchazón en las manos y pies, dolores de cabeza intensos, visión borrosa y dolor en la parte superior del abdomen, y en casos extremos convulsiones, que son característicos de la eclampsia.

 

A pesar de que la preeclampsia es tratable si se detecta a tiempo, en su forma severa se pueden presentar complicaciones graves para la madre, como insuficiencia renal, daño hepático y accidente cerebrovascular. Para el bebé, los riesgos incluyen un bajo peso al nacer, problemas respiratorios y, en el peor de los casos, la muerte fetal.

 

En México, la preeclampsia es una de las principales causas de complicaciones durante el embarazo, con una incidencia de 47.3 casos por cada 1,000 nacimientos, según un estudio publicado en el Revista de Ginecología y Obstetricia de México del 2021. Además, representa la causa principal de ingreso de mujeres embarazadas a unidades de terapia intensiva.

 

Tratamiento de la preeclampsia severa

 

Definitivamente es una condición que exige intervención médica urgente. El tratamiento definitivo es el parto, aunque la estrategia varía dependiendo de la gravedad de los síntomas y la madurez del bebé.

 

En tanto, los médicos pueden administrar medicamentos intravenosos para controlar la presión arterial y prevenir complicaciones como las convulsiones. Si el embarazo es prematuro, pueden administrarse corticosteroides para acelerar el desarrollo de los pulmones del bebé y reducir los riesgos de complicaciones respiratorias.

 

El tratamiento también incluye:

 

Medicamentos antihipertensivos para controlar la presión arterial.

 

Medicamentos anticonvulsivos, como el sulfato de magnesio, para prevenir convulsiones.

 

El monitoreo constante de la salud de la madre y el bebé es esencial. Si la presión arterial no se controla con medicamentos, o si la salud de la madre empeora, el parto debe inducirse lo antes posible, incluso si el bebé aún no está completamente formado.

 

Otros riesgos asociados a la preeclampsia severa

 

Para la madre:

 

- Accidente cerebrovascular: puede causar una ruptura de los vasos sanguíneos en el cerebro, llevando a un derrame cerebral.

- Insuficiencia renal o hepática.

- La alta presión arterial puede causar la separación prematura de la placenta del útero, lo que pone en riesgo al bebé.

 

Para el bebé:

 

- Los bebés nacidos de madres con preeclampsia severa tienen más probabilidades de tener un peso bajo al nacer debido a la reducción en el flujo sanguíneo a través de la placenta.

- Si el bebé nace prematuramente, es más probable que sufra dificultades para respirar debido a la inmadurez pulmonar.

- El diagnóstico temprano y el control adecuado de la preeclampsia son fundamentales para evitar complicaciones graves. Las mujeres embarazadas deben asistir a todas sus consultas prenatales y seguir las indicaciones médicas para controlar la presión arterial y otros factores de riesgo. El monitoreo regular puede ayudar a detectar cualquier signo temprano de preeclampsia, lo que permite un tratamiento adecuado y oportuno.

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