
Es sabido que en México, los tres niveles de gobierno ofrecen una variedad de programas y servicios que tienen como objetivo proporcionar atención integral, protección y empoderamiento a las mujeres víctimas de violencia.
Pero la violencia contra los hombres también es un problema real y significativo, y que a menudo queda en el olvido. Aunque los casos de violencia contra las mujeres son más visibles y documentados, este sector poblacional también suele ser víctima. Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, 12.5 % de los hombres reportó haber sufrido violencia física o sexual, mientras que 23.4 % sufrió violencia emocional o sicológica en su relación sentimental.
Desafortunadamente, existen muy pocos servicios de ayuda y apoyo exclusivamente para hombres que son violentados por sus parejas. Lo que provoca, en muchas ocasiones, que no sean denunciados. Una de las opciones es la Línea de Emergencia Nacional contra la Violencia Intrafamiliar y de Género 911, la cual ofrece atención y apoyo a víctimas de violencia intrafamiliar y de género. Este servicio está disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y es completamente gratuito y confidencial.
La Fiscalía Especializada de Género, ubicada en la Fiscalía General del Estado, es un espacio donde tanto mujeres como hombres pueden denunciar situaciones de violencia. Aunque su nombre pueda sugerir lo contrario, esta fiscalía también brinda apoyo a hombres que han sido violentados.
De igual forma, existe la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Aunque esta dependencia se enfoca en la violencia contra las mujeres, también tiene información y recursos sobre la violencia contra los hombres.
La violencia en cualquier forma es inaceptable, y es fundamental que se brinden oportunidades de ayuda y apoyo a todas las personas que la sufren, sin importar su género.
Desafortunadamente, los hombres violentados a menudo enfrentan barreras y estigmas que les impiden buscar ayuda. La sociedad a menudo perpetúa la idea de que los hombres deben ser fuertes y no mostrar debilidad, lo que puede llevar a que se sientan avergonzados o teman ser juzgados si buscan ayuda.
Es fundamental que se aborden estas barreras y se creen espacios seguros y no juzgadores donde los hombres puedan buscar ayuda y apoyo.