
El 14 de febrero es una fecha tradicionalmente asociada con el amor y las relaciones románticas, pero también es un día para reconocer y valorar la amistad y el afecto que se tiene con amigos.
Pero al igual que en las relaciones amorosas, también existen amistades tóxicas que no aportan nada positivo a nuestras vidas, e incluso pueden ser perjudiciales para la salud emocional y bienestar.
¿Qué son las amistades tóxicas?
Las amistades tóxicas son aquellas que, en lugar de brindarte apoyo y seguridad, te desgastan emocionalmente y te hacen sentir mal contigo mismo. La amistad tendría que ser un espacio seguro y libre donde puedas ser tú mismo sin temor a ser juzgado o criticado.
Las amistades saludables se basan en la confianza, el respeto y la comunicación abierta. Y aunque es normal que surjan conflictos y desacuerdos, siempre se pueden resolver de manera constructiva y respetuosa.
¿Cómo podemos identificar un amigo tóxico?
Identificar y aceptar una amistad tóxica puede resultar un proceso difícil, especialmente cuando se ha invertido mucho tiempo y emociones en ella. A menudo, las personas en relaciones tóxicas pueden experimentar una serie de emociones y pensamientos que les impiden darse cuenta de la realidad de la situación.
Sin embargo, hay señales que pueden indicar que la amistad ya se está volviendo tóxica.
Manipulación
Esta es una señal muy común en las amistades tóxicas. La persona que manipula utiliza tácticas para influir en la conducta y los sentimientos de su amigo, a menudo para beneficio propio. Existen diversas formas en que la manipulación puede manifestarse en una amistad tóxica, como el guilt-tripping, que implica que la persona que manipula hace que su amigo se sienta culpable por no hacer algo que ellos quieren. Así como también, la manipulación emocional, las amenazas, el engaño y los juegos de poder.
Egoísmo
Es una característica común en las amistades tóxicas. Cuando alguien es egoísta, prioriza sus propios intereses y necesidades por encima de los de los demás, lo que desencadena una relación desequilibrada y perjudicial. La persona egoísta no se preocupa por tus sentimientos o necesidades, todo el tiempo quiere el protagonismo en la amistad, siempre prioriza sus propios intereses y necesidades por encima de los tuyos, domina la conversación y no te permite expresar tus pensamientos o sentimientos, entre otros.
Victimismo
Esta actitud o comportamiento es cuando una persona se presenta a sí misma como víctima de las circunstancias. El victimismo en una amistad tóxica puede ser especialmente dañina y manipuladora. La persona que adopta una actitud victimista, culpa a su amigo por sus problemas o circunstancias, en lugar de asumir la responsabilidad, además, utiliza la culpa, la vergüenza o la ansiedad para manipular a su amigo y obtener lo que quiere.
Juzgar
Juzgar en una amistad es una conducta que a la larga puede ser muy dañina para la autoestima y el bienestar emocional de la persona que es juzgada. Regularmente, estas personas, constantemente comentan sobre ti y tus decisiones con un tinte de reproche y sienten la necesidad de controlar las decisiones y acciones de los demás.
Envidia
Regularmente esta señal se presenta en una amistad toxica cuando uno de los involucrados no quiere ver disfrutar o triunfar a su amigo. La persona envidiosa no celebra los éxitos y logros, ya que se siente amenazada por su propio fracaso o inadecuación. Incluso, pueden llegar a hacer comparaciones constantes entre sí misma y su amigo, con el fin de demostrar su propia superioridad.
Cuando detectes estas señales, es probable que estés frente a una amistad tóxica. Por tanto, considera distanciarte de tu amigo si la situación no mejora, prioriza tu bienestar emocional y físico y, sobre todo, no te sientas culpable por terminar la amistad en caso de ser necesario.