En los últimos días, el discurso de Donald Trump sobre los migrantes ha generado reacciones intensas en México, país que ha sido un punto clave de sus políticas migratorias. Paralelamente, en redes sociales se ha promovido un boicot contra grandes cadenas comerciales estadounidenses como Walmart, McDonald’s, KFC y Sam’s, por su origen estadunidense.
Mientras que algunas personas ven este boicot como una forma de rechazo a las políticas estadounidenses, especialmente a los comentarios despectivos de Trump sobre los migrantes, otros señalan las consecuencias que un boicot masivo tendría sobre los empleos mexicanos dependientes de estas empresas.
Por lo anterior, resulta importante explorar las dos caras de la moneda: el beneficio potencial de afectar las ganancias de estas cadenas, frente a los perjuicios económicos que sufrirían los trabajadores.
La fuerza laboral: ¿cuántos empleos crean estas empresas en México?
Empresas como Walmart tienen una presencia masiva en México, con más de 2,600 tiendas que emplean a miles de trabajadores. Walmart es uno de los mayores generadores de empleo en el país, proporcionando aproximadamente 200,000 empleos directos. Además, otras cadenas como McDonald's y KFC también contribuyen significativamente al mercado laboral, con aproximadamente 40,000 y 20,000 empleados, respectivamente
Impacto de un boicot: ¿a quién beneficia realmente?
El boicot contra marcas estadounidenses puede verse como una respuesta directa a los comentarios de Trump sobre los migrantes. Muchas personas en México, al sentirse ofendidas por las palabras de Trump, han optado por unirse a movimientos que buscan “afectar” económicamente a Estados Unidos mediante la disminución de sus ingresos. Estas acciones de rechazo tienen como objetivo enviar un mensaje de protesta, no solo contra las políticas migratorias, sino también contra la postura hostil hacia los mexicanos.
Si bien los boicoteadores buscan perjudicar las ganancias de las grandes empresas, la verdad es que un boicot de esta magnitud podría tener efectos económicos negativos, no solo para las marcas, sino también para los empleados que perderían sus fuentes de trabajo.
Posibles consecuencias
Pérdida de Empleo: se estima que un boicot prolongado podría resultar en la pérdida de decenas de miles de empleos, afectando especialmente a trabajadores jóvenes y con menos experiencia laboral.
Impacto económico local: las comunidades que dependen de estas empresas para su sustento verían una disminución en su capacidad económica, lo que podría llevar a un aumento en la pobreza y la inseguridad alimentaria.
Cadenas de suministro: muchas pequeñas y medianas empresas dependen de estas grandes cadenas para la venta de sus productos. Un boicot podría interrumpir estas relaciones comerciales y afectar su viabilidad.
Finalmente, esto podría generar una crisis económica adicional, sumando la inseguridad laboral y la falta de opciones de empleo en otras industrias que quizás no ofrezcan las mismas oportunidades.
También, es necesario considerar que muchas de estas cadenas tienen políticas de beneficios laborales como seguros médicos, bonificaciones y prestaciones para sus trabajadores, que no siempre están disponibles en otros tipos de empleos en el país.
En algunos casos, los empleados de estas marcas podrían perder estas ventajas si el boicot tuviera éxito y las empresas se vieran obligadas a reducir su operación o incluso a cerrar tiendas.