Los casos de establecimientos que son clausurados por la venta de alcohol adulterado no son recientes desafortunadamente y continúan registrándose no solo en Puebla, sino en todo el país, con graves consecuencias para la salud de quienes las consumen.
Comencemos por establecer que las bebidas adulteradas son aquellas que han sido alteradas o modificadas de manera intencionada para cambiar su composición, calidad o características, con el fin de obtener beneficios económicos o engañar al consumidor.
Pueden contener alcohol etílico de origen industrial, metanol, etilenglicol, entre otros; ingredientes de baja calidad como azúcares, colorantes artificiales y saborizantes químicos; contaminantes como bacterias, virus, hongos y metales pesados, además de la adición de agua -en el mejor de los casos- u otros líquidos para aumentar el volumen de la bebida.
Se adulteran todo tipo de bebidas, desde el licor, el vino, la cerveza y hasta los jugos y refrescos, pero en este caso nos referiremos a las bebidas espirituosas.
Es fundamental verificar la autenticidad y calidad de las bebidas antes de consumirlas, y denunciar cualquier sospecha de adulteración a las autoridades correspondientes. Sí, puede ser un desafío, pero hay algunas señales y métodos que pueden ayudar a detectarlas.
Instancias como la Profeco piden verificar las etiquetas y envases, que sean originales y que no estén alterados, que el color y la textura de la bebida sean consistentes con la marca y el tipo de bebida, y buscar sedimentos o partículas en el fondo de la botella o lata, esto en cuanto a las señales visuales.
También están las señales olfativas, con las cuales hay que percatarse si la bebida tiene un olor extraño o desagradable porque puede ser una señal de adulteración, o si no tiene aroma o es muy débil, también puede ser un indicio.
Por supuesto, no se puede dejar de lado el sabor, pues si la bebida tiene un sabor extraño o desagradable, le falta sabor o -igual que con el aroma- es débil, hay altas probabilidades de que la bebida esté adulterada.
La adulteración de bebidas etílicas es un problema creciente en México y los expertos en salud advierten sobre los riesgos mortales que representan estas bebidas falsificadas para la salud de los consumidores.
Las bebidas etílicas adulteradas pueden contener una variedad de sustancias tóxicas como metanol, etilenglicol, acetona y otros compuestos químicos que pueden causar graves daños a la salud.
Algunos signos y síntomas que provocan este tipo de bebidas son náuseas y vómitos; dolor de cabeza y mareos; visión borrosa y pérdida de coordinación; problemas respiratorios y cardiacos; daño hepático y renal, y en casos graves hasta la muerte.
La búsqueda de ganancias económicas por parte de los productores y distribuidores de bebidas alcohólicas, la falta de regulación y control en la industria de las bebidas alcohólicas y la demanda de bebidas alcohólicas a bajo precio por parte de los consumidores son algunos de los factores que influyen en la adulteración de bebidas.
La noche de fin de semana es sinónimo de diversión y esparcimiento para muchos, y los antros y bares son lugares comunes para disfrutar de una bebida alcohólica con amigos, y es principalmente en este tipo de lugares donde debes tomar precauciones para consumir alcohol de manera segura y evitar problemas de salud y seguridad.
Considera pedir bebidas de marcas reconocidas y verificar que estén selladas correctamente; rechazar bebidas que tengan un olor o sabor extraño; no aceptar bebidas de desconocidos o de personas que no conozcas bien y verificar que el personal del bar o antro esté preparado y capacitado para servir bebidas alcohólicas de manera segura.
Sin embargo, el riesgo no solo está en bares o centros nocturnos. Las tiendas, expendios, depósitos y otros no están exentos, por eso se recomienda comprar en lugares autorizados y reconocidos, verificar la fecha de caducidad de la bebida antes de consumirla.
Por su parte, la Secretaría de Salud a nivel federal tiene siete puntos a considerar por parte de los consumidores:
1. La tapa de la botella no debe girar o escurrir contenido.
2. Compara junto a otras botellas que el llenado sea exactamente el mismo. Un proceso manual no tiene tanta precisión.
3. Gira la botella y regrésala a su posición original y nota cómo suben burbujas, si ves partículas que caen, se trata de un producto que no fue elaborado con suficiente calidad e higiene.
4. La mayoría de las etiquetas tienen un sistema de pegado horizontal que impiden sean retiradas completas.
5. Revisa que el holograma sea auténtico (sin tachaduras, enmendaduras, colocadas uniformemente, grabado láser, refracción de luz en cada parte del grabado que proyecta diferentes colores según el ángulo de incidencia de la luz).
6. Las etiquetas deben estar bien pegadas y colocadas.
7. Fíjate bien que las etiquetas no estén sobrepuestas a otras y que cuenten con relieves que se notan con el tacto y tintas directas. Las falsificaciones usan impresiones que simulan el color, nunca una tinta que refleje.