Ante un brote de una “misteriosa enfermedad” en la India que cobró la vida de al menos 17 personas, entre los que destacan 13 niños, especialistas creen que podría tratarse de una toxina organofosforada, la cual está presente en pesticidas e insecticidas.
Los expertos llegaron a esta hipótesis luego de que los pacientes con sintomatologías similares presentaran mejoría tras recibir inyecciones de un antídoto que contrarresta a los organofosforados llamado Atropina.
“Se produjo una mejora del 100 % en el estado de los pacientes tras el uso de Atropina, resultando ser un punto de inflexión en esta batalla contra un enemigo desconocido. Un veneno relacionado con los organofosforados de nueva generación que aún no se ha detectado”, comentó Amarjeet Singh Bhatia, directos de la Escuela Médica Gubernamental (GMC).
Según los registros médicos, los pacientes presentaban fiebre alta, dolores, vómitos y pérdida del conocimiento.
Tras las primeras muertes, las autoridades declararon a la aldea de Badhal como una zona de contención e impusieron cuarentena a más de 200 personas. Amit Shah, titular del Interior, en compañía de un equipo interministerial, visitaron la aldea para investigar las muertes, y aunque aún no hay un informe oficial, las investigaciones preliminares señalan que la enfermedad no tiene relación con ningún tipo de virus o bacteria.