El futuro de los vehículos eléctricos en Estados Unidos enfrenta una nueva incertidumbre tras el anuncio de la administración de Donald Trump sobre su intención de eliminar la exención que permite a California imponer sus propios estándares de emisiones. Esta medida afectaría no solo a este estado, sino también a otras 17 entidades que adoptaron regulaciones similares, representando más del 40 % de las matriculaciones de vehículos ligeros en el país.
Desde 1967, California obtuvo más de 100 exenciones federales para establecer regulaciones ambientales más estrictas debido a sus altos niveles de contaminación. En diciembre de 2023, el estado recibió un permiso especial del gobierno de Estados Unidos. Este permiso obliga a los fabricantes de automóviles a vender únicamente autos nuevos de emisiones cero para 2035. Actualmente, más de 2.1 millones de vehículos eléctricos circulan en el estado, y el año pasado, más del 25 % de los autos nuevos vendidos fueron eléctricos.
El desafío de Trump a las normas ambientales
La administración Trump emitió recientemente una orden ejecutiva en la cual expresó su intención de "terminar" con exenciones estatales que limitan la venta de autos de gasolina. Si bien esta orden no tiene fuerza de ley, generó preocupación en la industria automotriz y en sectores comprometidos con la reducción de emisiones. En 2019, Trump ya había intentado revocar la exención de California, argumentando que la medida incrementaría la seguridad de los vehículos y generaría empleos.
Sin embargo, incluso cuando la administración Trump impulsó la eliminación de la exención en su primer mandato, fabricantes como Ford, Volkswagen, y BMW acordaron con California mantener estándares más estrictos de emisiones. La preocupación de la industria radicaba en la posibilidad de un mercado fragmentado, en el que se necesitaría producir dos tipos de vehículos: uno con regulaciones más estrictas para California y sus estados aliados, y otro con estándares federales más relajados.
Postura de California y el sector automotriz
California reafirma su compromiso con sus estándares ambientales y aseguró que no dará marcha atrás. "El estado continuará defendiendo su derecho y obligación de proteger la salud de sus residentes", afirmó Liane Randolph, presidenta de la Junta de Recursos del Aire de California.
El sector automotriz también reaccionó ante la posible eliminación de la exención. John Bozzella, presidente y CEO de la Alianza para la Innovación Automotriz, declaró que "hay un desajuste entre la dinámica actual del mercado de VE y los objetivos de emisiones y ventas de vehículos eléctricos exigidos en las recientes regulaciones". Toyota, por su parte, expresó su escepticismo sobre la viabilidad de estas normas, y un ejecutivo de la compañía aseguró que las reglas de California "parecen imposibles".
La administración de Joe Biden en 2022, restableció la exención y aprobó un programa para que California aumente gradualmente la venta de autos de emisiones cero. Según estas normas, en 2026 35 % de los modelos vendidos deberán ser eléctricos, y en 2030, ese porcentaje deberá alcanzar 68 %. California sostiene que estas regulaciones reducirán en una cuarta parte las emisiones de vehículos ligeros para 2037.
Revocar la exención no sería un proceso inmediato ni sencillo. La Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) tendría que llevar a cabo un proceso de reglamentación pública de varios meses antes de invalidar las normas de California. Julia Stein, subdirectora del Instituto Emmett sobre Cambio Climático y Medioambiente de la UCLA, advirtió que eliminar estas regulaciones para 2035 "tiene una base jurídica inestable". (Notipress)