Lo anterior no lo dice el redactor sino Nellie Bowles, especialista sobre tecnología, en el Free Press y en estos términos: “Lo pronostico ahora. Estamos por entrar en una era de estafas anteriormente inimaginable. Estafas que sorprenderán y deleitarán. Estafas con pequeñas estafas secundarias agregadas. Estados Unidos ha ingresado en su era de corrupción sin vergüenza, y mi apuesta es que el entusiasmo de Trump en este ámbito nos tocará a todos”. (Cita tomada del reportaje de Jim Cason y Davis Brooks, corresponsales de La Jornada en Washington y Nueva York).
Y lo amplifica así Liz Hoffman en Semafor, de acuerdo con la misma fuente, así como las frases entrecomilladas: “Grandes empresas siempre han buscado ganar influencia en Washington. Sigilosamente canalizan fondos a través de asociaciones empresariales y cabilderos… Pero Donald Trump no es tan sutil… un bazar al aire libre ha sustituido al mercado negro de compra de influencias”. Pero el columnista Ezra Klein, del New York Times, lo sintetizó de esta manera: “En el mundo de Trump, todo está a la venta”.
Y vaya que sí, tres días antes de asumir la presidencia del imperio de las barras y las estrellas en declive global, Donald John emitió una criptomoneda de meme con la que podría ganar miles de millones de dólares al dejar la Casa Blanca e incrementar sustancialmente su fortuna, valorada ahora en alrededor de 6 000 millones de dólares. Melania, su esposa, le vendió derechos para una película biográfica a Amazon por 40 millones de dólares, y legisladores republicanos gastarán millones de billetes verdes en un retiro que tendrá lugar la próxima semana en una propiedad de Donaldo Juan en Florida.
Mas la lista es larga. Ya instalado en la Casa Blanca, diversos grupos de apoyo oficial al emperador que da manotazos con muy poco tino –lo mandaron a Chingatitlán de las Fiestas en Canadá, China, Colombia, Dinamarca, Egipto, Gaza, Groenlandia, Jordania y Panamá–, siguen vendiendo muchos productos con su belicosa imagen y/o firma, como su Biblia Dios Bendiga a USA a 59.99 dólares a pesar de que buena parte fueron impresas en la República Popular China y que John Trump acusa de “robarse todo” y de ser un socio comercial injusto; hasta camisetas con la leyenda: Golfo de América a 47 dólares.
Toda la familia Trump participa. Los negocios hoteleros y de bienes raíces manejados por sus vástagos –de tres madres migrantes y abuela paterna escocesa– dejan muy en claro que no van a parar de firmar nuevos contratos en EU y el extranjero mientras el patriarca esté en Washington, con todo y que tribunales reconocidos legalmente, lo declararon delincuente y por los próximos cuatro años no está obligado a cumplir la sentencia. Convirtieron, así, a USA en el primer país presidido por un delincuente convicto y confeso y ahora hombre de negocios que usa abiertamente el poder para enriquecerse junto con sus familiares y los plutócratas que lo financiaron y están listos para cobrar las facturas al erario.
Para tan magno propósito plutocrático, se emprendió la purga de entre 12 y 18 inspectores generales realizada por Trump el viernes 24, lo que por supuesto provocó alarma, pues entre sus tareas destacan monitorear fraudes, abusos y corrupción. La senadora demócrata Elizabeth Warren estimó que “Trump está desmantelando controles sobre su poder y pavimentando el camino de la amplia corrupción” en el país que pregona la transparencia y los derechos humanos sólo en el “resto del mundo”, con políticas y prácticas imperialistas que el señor naranja pregona y trata de imponer a la luz del día y sin eufemismos.
Acuse de recibo
“Mi estimado Ibarra, mi vasta experiencia como periodista de ‘a devis’ me permite asegurar que nunca ha sido preciso buscar las libertades de expresión ni la de imprenta porque siempre han estado allí, lo que no hubo hasta 2019 fue tompeates para emplearlas, dadas las nefastas consecuencias de hacerlo. Ahora se respeta a todo mundo que las emplea y aun abusa porque de veras rige la democracia, se respeta a quienes de un modo u otro disienten de las nuevas políticas públicas y hasta de quienes las crean y aplican”; la opinión es del periodista Moisés Edwin Barreda... De la historiadora Elba Pérez Villalba: “Recientemente falleció Jaime Bali Wuest, quien estudió ingeniería en el IPN, fue docente del Poli y de la Universidad Autónoma Chapingo, en donde fundó la Dirección de Difusión Cultural. Militante de izquierda, perteneció a varias organizaciones, entre otras al Partido Comunista Mexicano, en donde participó sobre todo en Ediciones de Cultura Popular. Difusor del patrimonio histórico y cultural, editor de revistas y libros, creó el Departamento de Publicaciones en el INAH. QEPD”… Entrevista de Hermann Bellinghausen a Othón Salazar Ramírez (México Indígena, Nueva Época, número 2, noviembre de 1989), el enlace es https://ojarasca.jornada.com.mx/2025/01/10/la-experiencia-democratica-en-la-201cmontana-roja201d-de-guerrero-333-2472.html
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