
Las medidas anunciadas por Donald Trump a su llegada a la presidencia de los Estados Unidos, continúan generando conflictos. En las últimas horas, la palabra "soberanía" fue un tema común en los discursos de Claudia Sheinbaum y Gustavo Petro, después de que el mandatario colombiano se negara a recibir vuelos con migrantes deportados.
Al final del día, tanto el gobierno de Trump como el de Petro llegaron a un acuerdo, después de que el mandatario estadounidense amenazara con imponer aranceles de 25 % a los productos colombianos e incrementarlos hasta 50 % en una semana si no se cumplían con sus exigencias, entre otra serie de medidas.
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A todo esto, ¿qué es la soberanía?
La soberanía se refiere al poder político supremo e ilimitado que posee un Estado independiente, lo que le permite tomar decisiones autónomas sobre política interior y exterior sin interferencia externa.
Dentro de este contexto, ¿el presidente Trump realmente está atacando la soberanía de otros países con sus mandatos?
Varios analistas han señalado que algunas medidas anunciadas por el mandatario de la Unión Americana podrían implicar la violación a la soberanía de un país.
Que el gobierno estadounidense declare a los cárteles de la droga mexicanos como organizaciones terroristas abriría la puerta a una posible injerencia militar en el país, lo que es un franco ataque a su soberanía.
Sin embargo, el proceso de esta orden ejecutiva puede significar meses de trabajo si se hace de forma correcta, ya que la decisión la toma el Departamento de Estado, después de haber consultado con otras agencias del gobierno federal y haber comprobado que es compatible con el marco legal.
La separación de familias y la detención de migrantes indocumentados en la frontera también se han relacionado con este concepto, ya que estas políticas contravienen el respeto por los derechos humanos, lo que también se ha considerado como una infracción a la soberanía de los países de origen de los migrantes.
En el caso de las deportaciones masivas, la tensión diplomática se presentó después de que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, negara la entrada de aviones de los Estados Unidos con deportados de este país.
En su postura, el mandatario colombiano dijo que los Estados Unidos no pueden tratar a los migrantes colombianos como delincuentes, por lo cual, no permitía la entrada de aviones norteamericanos hasta que se estableciera un protocolo de tratamiento digno a los deportados.
Por su parte, el gobierno brasileño denunció que sus connacionales venían esposados durante su vuelo de deportación, pero no negaron la entrada de aviones al país.
Sin embargo, con base en los posicionamientos de los mandatarios y a lo declarado por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien asegura que los vuelos de deportaciones provenientes de Estados Unidos son cotidianos, hasta el momento no habría una violación a la soberanía de ninguno de estos países, pese a que los discursos no cesan de hacer un llamado a su defensa.