¿Cuándo sí y cuándo no son legales las cámaras de seguridad?

En los últimos días, se ha hablado mucho sobre la legalidad de las cámaras de seguridad en México, principalmente sobre las restricciones que podrían implicar una invasión a la privacidad. Este debate llegó a su punto máximo con el rumor de que instalar cámaras de seguridad podría ser ilegal, una afirmación que fue rápidamente desmentida por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Sin embargo, la discusión sobre el uso adecuado de estos dispositivos sigue siendo relevante, ya que plantea una delicada línea entre la seguridad y la privacidad.

De acuerdo con la Profeco, en México, la instalación de cámaras de seguridad en propiedades privadas es completamente legal, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos. La instalación de cámaras Wi-Fi que graban hacia el exterior de la vivienda está permitida, pero debe evitarse grabar a personas sin su consentimiento, especialmente en áreas públicas, donde se debe respetar la privacidad de los transeúntes. Esta disposición está basada en la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares (LFDPPP), que establece límites claros en cuanto a la recopilación y manejo de datos personales.

Vigilancia o faltas a la privacidad

El uso de cámaras de seguridad en propiedades privadas está en una línea muy fina entre el derecho a la seguridad personal y la protección de la privacidad. Mientras que los propietarios de viviendas y negocios pueden instalar cámaras con fines de prevención y disuasión del delito, estas deben ser usadas con un enfoque responsable, evitando invadir el espacio privado de otras personas. La privacidad de las personas está protegida por la ley, y el uso de cámaras no debe extenderse más allá de lo que es estrictamente necesario para garantizar la seguridad.

Es importante recordar que grabar en espacios privados, como en el interior de viviendas ajenas o en baños públicos, puede ser una violación de los derechos de los individuos. En este sentido, la Profeco ha sido clara: "Se deben evitar imágenes de personas sin su consentimiento, especialmente cuando las cámaras graban áreas públicas o privadas sin su conocimiento".

Además, la norma también establece que los propietarios de cámaras de seguridad deben informar a sus vecinos sobre su instalación, para que todos estén al tanto de que podrían estar siendo grabados.

Usos que pueden motivar sanciones

La Profeco ha señalado que colocar cámaras de vigilancia en lugares donde se vulneran los derechos a la privacidad o la dignidad de las personas puede ser motivo de multa. Entre los usos que pueden desencadenar sanciones se encuentran los siguientes:

• Grabación en lugares privados sin consentimiento: Si una cámara graba áreas como baños, vestidores o habitaciones privadas sin el consentimiento de las personas involucradas, esto puede ser motivo de sanción.
• Uso de cámaras en lugares restringidos: La Profeco destaca que las cámaras no deben ser instaladas sin autorización previa en lugares como escuelas, hospitales e iglesias, ya que estos espacios están sujetos a normativas específicas de privacidad. Grabar a menores de edad en entornos educativos o a pacientes en hospitales puede constituir una infracción grave.
• Captura y difusión indebida de imágenes personales: Si las grabaciones tomadas por las cámaras de seguridad son compartidas sin el consentimiento de las personas grabadas, sobre todo si estas imágenes tienen la intención de difundir datos sensibles, esto puede dar lugar a sanciones, como la violación de la Ley de Protección de Datos Personales.

¿Han reducido las cámaras de seguridad los índices de delincuencia?

Aunque las cámaras de seguridad han demostrado ser eficaces para capturar imágenes de los delincuentes y ayudar a resolver crímenes, el impacto directo de estas cámaras en la reducción de la delincuencia sigue siendo tema de debate. Diversos estudios señalan que la mera presencia de cámaras no garantiza la disminución de los delitos, ya que muchos factores contribuyen a la criminalidad, como la presencia de fuerzas de seguridad, la prevención social y el contexto económico.

El Departamento del Sistema de Información Geográfica Municipal reportó que, de enero a noviembre de 2024, el robo fue el tipo de delito con mayor porcentaje de casos reportados en el municipio, representando el 56.55 % del total de delitos.

Por otro lado, el periódico La Jornada de Oriente informó que los asaltos a casa habitación denunciados ante las autoridades en la capital poblana disminuyeron de 719 a 586 entre 2023 y 2024, lo que implica una reducción de 133 casos. En contraste, los robos en el transporte público, de autopartes y de vehículos aumentaron en 58 %, 33 % y 19 %, respectivamente, de acuerdo con datos de la Fiscalía General del Estado (FGE).