El uso de ácido hialurónico para lograr unos labios perfectos sigue siendo una tendencia al alza, pero las advertencias sobre los riesgos de acudir a centros no cualificados son cada vez más frecuentes. Un ejemplo claro fue el de Sandra González, una joven que compartió en TikTok su experiencia tras recibir un tratamiento fallido, mostrando las graves consecuencias de una reacción adversa.
Su publicación ya acumula más de 8.5 millones de reproducciones, y en ella Sandra aparece con los labios visiblemente hinchados y la descripción de: "Esto no es un filtro". De acuerdo con la joven, su primera experiencia con el ácido hialurónico ocurrió a los 18 años en una clínica que posteriormente desapareció, un detalle que ya le parecía "sospechoso". Ahora, con 23 años, tras intentar corregir el problema por segunda vez, sufrió nuevamente una reacción alérgica. "Debo acudir con frecuencia a un centro especializado para controlar la hinchazón", comentó Sandra.
@sandraaagonzalez Buenas tardes y yo ya no tengo vergüenza. Lo tenéis todo explicado en ig y más fotos ???? #acidohialuronico #parati #graciasbuenastardes #estoybiencreo
♬ sonido original - Sandra | Entrenadora personal
Con la intención de evitar que otros pasen por la misma situación, la joven instó a sus seguidores a verificar la reputación y certificaciones de las clínicas estéticas antes de someterse a cualquier procedimiento. "Asegúrese de que sea una clínica decente", subrayó, haciendo énfasis en la importancia de investigar.
En la sección de comentarios algunos usuarios compartieron experiencias similares, mientras que otros la criticaron o sugirieron que debería haber denunciado el caso. “Me pasó lo mismo” y “el problema es la falta de autoestima” son algunos de los mensajes más repetidos en la conversación.
Sin embargo, no todos coinciden en que el problema sea una alergia, ya que algunos usuarios apuntaron que podría tratarse de un efecto común del tratamiento para disolver el ácido hialurónico, conocido como hialuronidasa. "Es un efecto escandaloso al principio, pero no es una alergia", argumentaron.
Por ahora, el caso de Sandra González sirve como un recordatorio de los riesgos que implica acudir a clínicas no certificadas y destaca la importancia de priorizar la seguridad y la profesionalidad en cualquier procedimiento estético.