Los incendios de California y el latigazo climático

Los incendios de California y el latigazo climático

Foto: Getty Images / AP Photo

Los devastadores incendios forestales que azotaron la urbe estadounidense de Los Ángeles y sus alrededores resultaron impulsados por una secuencia de oscilaciones extremas de un clima muy seco a otro muy húmedo, reveló un estudio climático, dirigido por el científico de la Universidad de California, Daniel Swain.

 

El equipo de científicos, encabezado por Swain, publicó un estudio en la revista Nature Reviews Earth & Environment sobre los efectos del latigazo hidroclimático en condiciones del calentamiento global.

 

Con el término latigazo, los científicos se refieren a volatilidad hidroclimática caracterizada por alternancias abruptas entre lluvias torrenciales y sequías severas, que probablemente se producen por la creciente capacidad de la atmósfera para absorber y retener la humedad debido al calentamiento global. En vista de que el aumento de temperaturas seguirá en marcha, se puede esperar más desastres medioambientales de tal envergadura, advierte el estudio.

 

En este contexto, los investigadores señalan los incendios en California como un ejemplo oportuno de sus hallazgos.

 

"En esta publicación, de una forma bastante increíble, utilizamos el ejemplo de una transición de condiciones extremadamente húmedas a las extremadamente secas en California como una muestra de las consecuencias tangibles del latigazo hidroclimático", matizó en un discurso en directo el científico del clima de la Universidad de California en Los Ángeles, Daniel Swain.

 

El científico subrayó que las consecuencias de las alternaciones climáticas descritas en el estudio, son bien comparables con lo sucedido en California.

 

Los investigadores explican el mecanismo de la volatilidad hidroclimática, trazando un parangón con una esponja de lavar: a medida que la atmósfera se calienta, aumenta su capacidad de absorber, retener y liberar agua. Desde la primera mitad del siglo XIX fue descubierto que la capacidad atmosférica de absorción aumenta un 7 % por cada 3°C de calentamiento, menciona la edición ScienceAlert.

 

La aptitud de retener más agua significa que aunque el promedio de precipitaciones siga el mismo, el ecosistema se volverá más árido. Las lluvias, en cambio, estimularán la proliferación de la vida vegetal que se secará durante la temporada seca, y se convertirá en un terreno favorable para intensos incendios forestales.

 

"Esta secuencia de oscilaciones hidroclimáticas en California ha duplicado el riesgo de igniciones, primeramente aumentando mucho el crecimiento de la vegetación inflamable en los meses previos a la temporada de incendios, y luego secándola extremadamente con una ola de calor", explica Swain.

 

Esto fue la causa de los devastadores incendios de veranos negros en Australia que azotaron el país en 2019 quemando más de 18 millones de hectáreas, dejando decenas de víctimas humanas y centenas de afectados por la contaminación del aire, y causando un daño sin precedentes para la biodiversidad australiana, recuerda el científico.

 

En el estudio se subraya que el fenómeno del latigazo puede surgir en otras regiones, mencionando en este sentido el cambio de seco a húmedo en África Oriental en 2023. Tres años de sequía redujeron la capacidad absorbente del suelo, por lo cual las lluvias torrenciales acaecidas en plena temporada de cosecha desembocaron en inundaciones masivas en Somalia, Etiopía y Kenia.

 

Con base en los datos meteorológicos, los científicos descubrieron que el porcentaje de las alternancias viene incrementándose, registrando un aumento del 31 % al 66 % desde la década de los 50 del siglo pasado.

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