Una alimentación adecuada y un estilo de vida saludable son fundamentales para prevenir los infartos y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Desafortunadamente, el ritmo laboral y el estrés cotidiano llevan a muchas personas a descuidar su salud y priorizar sus responsabilidades laborales y personales sobre su bienestar.
Tan solo en la primera quincena de 2025, al menos cinco personas fueron sorprendidas por infartos fulminantes en la entidad poblana. Recientemente, una mujer falleció en la Central de Abastos mientras hacía sus compras; un hombre perdió la vida a bordo del transporte público, a la altura del hospital de La Margarita; un médico cubano murió al interior del hospital integral de Xicotepec, en su horario laboral; de igual forma, un hombre falleció frente a un 7-Eleven, ubicado en la Avenida Juárez, y un joven estudiante perdió la vida en la terminal de autobuses Erco-Oro de Atlixco.
Aunque los mensajes que envía el cuerpo humano, en ocasiones, no son claros y pueden llegar a confundir, existen señales de aviso muy particulares que indican el riesgo latente de sufrir un infarto.
- Presión torácica con sensación de malestar.
- Dolor aplastante u opresivo en el centro del pecho durante varios minutos.
- Opresión que empieza en el centro del pecho y se irradia a los hombros, cuello o brazos.
- Malestar torácico con sensación de mareo, sudoración, náuseas o dificultad para respirar.
El clásico dolor de pecho, denominado angina, es un síntoma que indica que el corazón no está recibiendo suficiente oxígeno y nutrientes debido a la obstrucción de una o más arterias coronarias. La descripción del dolor de pecho como aplastante y opresivo es muy característica de la angina.
El dolor puede irradiarse a los hombros, cuello, brazos o espalda y puede ser acompañado de otros síntomas como dificultad para respirar, sudoración, náuseas y mareo. La angina es un síntoma grave que requiere atención médica inmediata, ya que puede ser un precursor de un infarto de miocardio fulminante.
Algunos factores de riesgo de un infarto fulminante pueden ser:
- Hipertensión
- Colesterol alto
- Diabetes
- Tabaquismo
- Obesidad
- Falta de actividad física
- Dieta no saludable
- Edad superior a 45 años
- Antecedentes familiares de infarto
- Género: los hombres tienen un mayor riesgo de infarto que las mujeres.
Sin embargo, cualquier persona puede desarrollar un ataque cardíaco, por lo que, en caso de presentarse alguna señal, se recomienda acudir de inmediato a la emergencia hospitalaria para confirmar los síntomas.
¿Hay manera de salvar a una persona que sufre un infarto fulminante?
La atención inmediata es primordial, y de esta forma sí es posible salvar a una persona que presenta un evento de esta naturaleza. Lo primero que se debe hacer es llamar a la línea de emergencias de inmediato. Mientras tanto, se debe mantener a la persona calmada y cómoda, manteniendo una plática con ella de manera suave y reconfortante, en un lugar fresco y cómodo.
En caso de que el corazón deje de latir o la persona deje de respirar, se recomienda proporcionar reanimación cardiopulmonar (RCP). Comprimir el pecho 30 veces a una frecuencia de 100-120 compresiones por minuto y proporcionar dos respiraciones boca a boca después de cada serie de 30 compresiones.
La rapidez y la eficacia en la respuesta pueden ser cruciales para salvar la vida de una persona que sufre un infarto fulminante.