Comencemos por definir qué es la cultura vial. El concepto se refiere a las actitudes, comportamientos y valores que los conductores y peatones tienen hacia la conducción y el tránsito en general. Incluye la forma en que las personas interactúan con otros usuarios de la vía, como conductores, peatones, ciclistas y motociclistas.
Una cultura vial positiva se caracteriza por el respeto a las normas de tránsito y a las señales de tráfico; la consideración hacia otros usuarios de la vía, por el uso responsable del vehículo y de la tecnología, la evitación de comportamientos agresivos o imprudentes y el compromiso con la seguridad vial.
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En el lado opuesto, es decir, en la cultura vial negativa, hay un desprecio por las normas de tránsito y las señales de tráfico, una falta de consideración hacia otros usuarios de la vía, el uso irresponsable del vehículo y de la tecnología, así como comportamientos agresivos o imprudentes y la falta de compromiso con la seguridad vial, es decir, todo lo contrario.
La cultura vial es importante porque puede influir en la seguridad vial y en la calidad de vida de las personas. Una cultura vial positiva puede ayudar a reducir la cantidad de accidentes de tránsito y a mejorar la convivencia entre los usuarios de la vía.
Los resultados de la falta de cultura vial son los accidentes y cuando se trata de unidades de transporte público involucradas, se pierde toda la objetividad y se piensa que los operadores, siempre, son los responsables.
Se critica su falta de capacitación, su falta de pericia, se les califica de “cafres” pero, ¿qué hay de los peatones? ¿Cuánta responsabilidad tenemos al momento de provocar un percance? Porque hay que decirlo, todos en algún momento somos peatones.
Los atropellamientos son uno de los principales problemas de seguridad vial en nuestro país. A menudo, se culpa a los conductores -sobre todo si son del transporte público-, de ser los principales responsables de estos accidentes. Sin embargo, en muchos casos, la responsabilidad recae en el peatón.
Uno de los principales motivos por los que un peatón puede ser responsable de un atropellamiento es la infracción de las normas de tránsito.
Cruzar la calle en lugares no autorizados o sin respetar las señales de tráfico, no respetar los semáforos o las señales de alto y caminar por la carretera sin utilizar los pasos de peatones designados, son casos en los que el peatón asume un riesgo innecesario y puede ser considerado responsable del accidente.
Caminar mientras se utiliza un teléfono móvil o se escucha música con auriculares, no prestar atención al entorno, no estar atento a los vehículos que circulan y correr o caminar rápido y sin mirar a los lados son ejemplos de una conducta imprudente por parte de los peatones, en los que pone en riesgo su seguridad y la de los demás.
La influencia de sustancias como el alcohol o las drogas también puede ser un factor que contribuya a la responsabilidad del peatón en un atropellamiento. Si un peatón está bajo la influencia de sustancias y cruza la calle de manera imprudente, puede ser considerado responsable del accidente.
¿Qué sucede cuando los peritajes fincan responsabilidad a quien se piensa agraviado?
Los peatones que incumplen las normas de tránsito y son responsables de haber sido atropellados pueden enfrentar sanciones administrativas, que pueden ser multas y, ocasionalmente, pueden ser obligados a asistir a cursos de seguridad vial para aprender sobre las normas de tránsito y cómo prevenir accidentes.
En casos más graves, también pueden enfrentar sanciones penales que van desde horas de arresto hasta prisión. Pero, más allá de las sanciones penales, están las afectaciones obvias.
Alguien que fue atropellado puede sufrir daños físicos graves o incluso la muerte por incumplir las normas de tránsito, afectaciones emocionales y psicológicas y la pérdida de la confianza en sí mismos y en otros conductores.
Aunque las sanciones administrativas y penales pueden ser una herramienta efectiva para inhibir el que los peatones incumplan con las normas de tránsito, es más importante educar y hacer conciencia sobre la importancia de la seguridad vial, en todos.