El Plan más ambicioso en 75 años

El Plan más ambicioso en 75 años

Claudia Sheinbaum, presidenta del país, presentó el “Plan México”, un proyecto de 277 mil millones de dólares lo que lo convierte en el plan más ambicioso para el país desde el “Modelo de industrialización por sustitución de importaciones” que se planteó en los años cincuenta del siglo pasado y que impulsó el mayor crecimiento de la historia. ¿En qué consiste el plan actual?

 

En los años cincuenta, después de la segunda guerra mundial, economistas latinoamericanos desarrollaron la Teoría de la Dependencia. Básicamente, explicaba que los países centrales (ricos) eran desarrollados a costa de mantener subdesarrollados a los países periféricos (pobres). Así, los países centrales se dedicaban a actividades industriales mientras que los periféricos a actividades agrícolas, al momento de hacer comercio internacional, las condiciones de intercambio siempre eran desventajosas para los países periféricos porque sus productos agrícolas tenían menor valor que los productos industriales de los países centrales.

 

De esa forma, los países periféricos contraían deudas con los países centrales para cubrir las diferencias del comercio. Como las condiciones desventajosas se mantenían, la deuda crecía y crecía de manera que los países periféricos se volvían dependientes de los centrales. Bajo estas circunstancias, los países pobres nunca podrían alcanzar el nivel de desarrollo de los ricos.

 

Para romper este círculo vicioso, los economistas propusieron a través de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) que los países periféricos se dediquen a las actividades industriales para dejar de importarlas de los países centrales, por eso el modelo se llamó “Industrialización por sustitución de importaciones”. Era un plan de largo plazo, iniciaba la producción con industria ligera y el objetivo era culminar en industria tecnológica. Desde luego, Estados Unidos se opuso al plan pues significaba pérdidas para su industria; promovió, prohibió e incluso bloqueo el proceso. México fue el primer país en desafiarlo y por eso se le consideró el hermano mayor de Latinoamérica. El modelo fortaleció a la economía que alcanzó tasas de crecimiento de hasta 10% anual.

 

Durante el periodo neoliberal (1988-2018) se abandonaron las políticas industriales, el estado dejó la regulación de la economía y fue la etapa de menor crecimiento, menos del 2% anual promedio. Desde 2018, con la Cuarta Transformación, el gobierno ha vuelto a incidir en la economía, sin embargo, el camino no es sencillo, la reanimación se da en un contexto mundial de enfriamiento económico. La situación internacional es tan delicada que Europa y Estados Unidos tienen tasas de empobrecimiento nunca vistas, al punto de preparar una guerra para la reactivación.

 

El Plan México de Sheinbaum nuevamente vuelve a ser desafiante para Estados Unidos, va contra las políticas neoliberales y basa su estrategia en una mayor intervención estatal para articular a la iniciativa privada. Es un plan de largo plazo con 13 metas, la primera es ser parte de las 10 economías más poderosas del mundo, actualmente ocupamos el lugar 12; cuando inició la 4T estábamos en el lugar 15. Esto significaría, según la siguiente gráfica, que tenemos que superar a Rusia y Canadá. A Rusia podríamos superarla este mismo año, sí las condiciones de guerra con Ucrania continúan, mientras que a Canadá podría ser en 2027.

 

 

El plan propone recuperar muchas industrias que quebraron con el neoliberalismo, por ejemplo, la textil, el calzado y los mobiliarios. Al mismo tiempo impulsar una industria automotriz nacional de vehículos eléctricos. Esto requerirá formar más profesionistas, al menos 150 mil más en una primera fase y para ello se impulsarán las Universidades del Bienestar Benito Juárez y Rosario Castellanos, eso significa duplicar los cupos actuales de las universidades y llegar hasta 330 mil. ¡Nos volveremos una potencia científica!

 

A diferencia del modelo industrializador de los cincuenta, esta vez se empezará desde el sur y se entrelaza con el Plan Nacional de Desarrollo con acciones como la recuperación del ferrocarril, los corredores industriales con zonas libres, facilitar el crédito para las pequeñas empresas y detonar proyectos turísticos para la atracción de divisas. Al final veremos una reducción significativa en la pobreza y la desigualdad.

 

El Plan México es también una respuesta a la agresividad de Trump. No volveremos a la condición de neocolonia de Estados Unidos, nuestro país es soberano y por ello atendamos el llamado de cerrar filas con nuestra presidenta.

 

 

*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras

 

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