El color rojo es muy atractivo y llamativo en los alimentos, y según algunos expertos, es utilizado por muchos fabricantes para resaltar su apariencia y estimular el apetito. Sin embargo, dentro de este contexto, el colorante rojo número 3, mejor conocido como eritrosina, puede representar importantes afectaciones a la salud a quienes lo consumen.
Por eso, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha tomado cartas en el asunto y prohibió el uso de este ingrediente en alimentos, bebidas y medicamentos ingeridos tras descubrirse, en investigaciones, que puede provocar cáncer.
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Sin duda, esta medida representa un duro golpe para la industria alimentaria, ya que tendrá que reformular sus procesos de elaboración de productos en los que utilizaban este componente.
Pero ¿qué son los colorantes?, ya que existen en una gran cantidad de alimentos y pocas veces se conoce sobre sus efectos.
Los colorantes comestibles son sustancias que se agregan a los alimentos para darles un color específico y ser más atractivos para el consumidor. Los hay naturales, que se obtienen de plantas, animales o minerales, y sintéticos, que están hechos a partir de sustancias químicas creados en laboratorio. Estos compuestos se sintetizan a partir de diversas materias primas.
Aunque la gran mayoría de los colorantes sintéticos están aprobados por las autoridades sanitarias, hay estudios que han planteado preocupaciones sobre su seguridad y el impacto en la salud humana. Dentro de los problemas de salud que se asocian con estos ingredientes están las reacciones alérgicas, problemas de conducta, cáncer, enfermedades intestinales inflamatorias, neurotoxicidad, toxicidad, disminución de la microbiota intestinal, entre otras.
La Profeco, después de darse a dar la noticia de la FDA, destacó que, entre los colorantes más comunes en los alimentos procesados están el amarillo anaranjado S (E-110), la tartrazina (E-102), la azorrubina (E-122), la eritrosina (E-127), entre otros.
Algunas investigaciones han sugerido que ciertos colorantes sintéticos, como la tartrazina, el rojo 40, y ahora el rojo 3, pueden tener propiedades carcinógenas; el azul brillante FCF, ha sido relacionado con la hiperactividad en niños, asma, insomnio, urticaria; el colorante rojo allura, se ha asociado con enfermedades intestinales inflamatorias. De igual forma, la tartrazina se ha relacionado con reacciones alérgicas y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Es notorio que la gente está rodeada de una gran cantidad de productos que contienen este tipo de ingredientes, por ello, la industria alimentaria sin los colorantes comestibles sintéticos sería significativamente diferente, tendrían que reformular sus productos para utilizar colorantes naturales o sintéticos alternativos, invertir en la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías de coloración y colorantes naturales, además tendrían que adaptar sus estrategias de marketing para destacar los beneficios de los colorantes naturales y la seguridad de sus productos.
Sin duda, resultaría un fuerte impacto económico para las empresas, en el cual, se renuevan o desaparecen. Sin embargo, la interrogante sobre quién asumirá los costos de estos cambios, quedaría en el aire.
En México, algunos productos con aroma a fresa y frambuesa contienen eritrosina como mermelada, chicles, pastillas, polvos para preparar agua de sabor, refrescos, jugos, pasteles, botanas, helados, dulces, yogurt, entre otros.
La mayoría de los estudios que han encontrado estos posibles riesgos han sido ejecutados en animales o en condiciones de laboratorio, y que la evidencia en humanos es aún limitada. Sin embargo, se recomienda verificar la información nutrimental de los artículos y comprobar que no haya colorantes sintéticos en su elaboración.
