El 16 de enero de 2013, la Línea 1 de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) se inauguró con la promesa de transformar el transporte público en Puebla. Doce años y tres líneas más tarde, el sistema sigue siendo objeto de críticas por parte de sus usuarios, quienes denuncian problemas como la saturación, la inseguridad y la falta de mantenimiento en las unidades y estaciones.
Originalmente, el sistema RUTA fue concebido como una alternativa moderna y eficiente para descongestionar las vialidades de la ciudad y ofrecer un transporte seguro y ecológico. Sin embargo, la realidad que enfrentan los usuarios día a día parece estar lejos de estos objetivos.
Las voces de los usuarios: entre la frustración y el desencanto
Durante un recorrido por las estaciones de la Línea 1, que conecta Chachapa con Tlaxcalancingo, varios usuarios compartieron sus experiencias y opiniones sobre este sistema de transporte. Muchos de ellos, además, han utilizado al menos una vez las líneas restantes, por lo que sus testimonios reflejan una perspectiva integral de las cuatro que actualmente operan.
Para muchos usuarios, el principal problema es la saturación y la falta de unidades. “Hay pocas unidades y por eso se colapsa el sistema. Pasan llenas y, si logras subirte, vas aplastado todo el trayecto”, comentó Claudia Pérez, usuaria frecuente de la Línea 1.
Además, otros pasajeros señalaron que existen nuevas unidades, pero son más pequeñas que las originales, lo que agrava la saturación. “En especial en la Línea 1, las unidades ya son más pequeñas. Esto hace que se llenen más rápido y sea imposible subirse”.
Inseguridad, como una constante
El tema de la seguridad es una de las principales preocupaciones de los usuarios. “El personal de seguridad no está capacitado. Ni están pendientes de quiénes suben, y he visto gente alcoholizada entrando a los vagones”, comentó Karla Vera, quien dijo también utiliza la Línea 3.
Otra crítica recurrente es la falta de vigilancia en los vagones exclusivos para mujeres. “No vigilan que se respete el vagón rosa. Se suben hombres y nadie les dice nada”, menciona Sofía Morales quien agregó que los robos también son un problema constante. “Es común que haya robos en los vagones y los de seguridad no hacen nada para prevenirlos”.
La Línea 4: más cara y menos eficiente
Con la reciente incorporación de la Línea 4, que conecta con otros seis municipios, y cuyo costo será de 20 pesos a partir de febrero, las críticas fueron similares. “No están haciendo las paradas donde deberían, el pasaje estará muy caro para el trayecto y no hay paraderos adecuados para que los usuarios esperen”, dijo Fernanda Ordoñez.
Además, otros usuarios han señalado que las condiciones de seguridad y la falta de unidades también afectan esta nueva línea. “En las noches está muy solitario y la delincuencia es un riesgo constante”, comentó Antonio Aguirre, quien usa la Línea 4 esporádicamente.
¿Hacia dónde va el RUTA con estas condiciones?
Con cuatro líneas operando, el RUTA ha logrado consolidarse como un sistema de transporte público fundamental en Puebla, pero aún tiene mucho por mejorar. La saturación, la falta de mantenimiento, la inseguridad y la calidad del servicio son temas que deben ser atendidos para cumplir con las expectativas iniciales. Mientras los usuarios esperan mejoras en el servicio, el sistema enfrenta el reto de recuperar la confianza y demostrar que puede cumplir con las promesas que lo vieron nacer.
Habrá que esperar que la reciente revisión a los contratos de las concesiones, anunciada por el gobernador Alejandro Armenta, permita mejorar las condiciones de las unidades, ofreciendo a los poblanos un servicio más eficiente, seguro y digno.